Pieza clave
Este fin de siglo ya tiene un nombre: Javier Solana Madariaga. El ex ministro socialista ha sido la pieza clave de un puzzle que permitirá que se consolide la cooperación por la seguridad global del continente europeo. La destreza diplomática de un español ha puesto en boga una política de gestos encaminada al entendimiento europeo, que entierra la era de los bloques y la disuasión de la guerra fría.Prueba de ello es que Yeltsin ya ha anunciado que las armas nucleares dejarán de apuntar a los países firmantes. Las esperanzas están puestas para que esa actitud se extienda al resto. Solana golpeó muchas veces la aldaba del Kremlin y la de la Casa Blanca, donde seguro que más de una vez le dieron con la puerta en las narices, pero su incesante empeño ha permitido brindar un momento dulce a este mundo tan agrio. Este líder ha sudado la gota gorda en estos últimos meses, pero ha conseguido la rúbrica del acta fundacional que permitirá una línea directa de comunicación entre Rusia y la OTAN. La habilidad de Solana ha estado en no encerrarse en su despacho de la OTAN en Bruselas, sino en bajar al ruedo y enfrentarse al toro. No ha tenido miedo al escenario y ha encajado el cargo y su papel de negociador con una envidiable humildad; sirva el ejemplo a sus predecesores y a sus sucesores.- . -
