Al pueblo, de esmoquin

Van de pueblo en pueblo. Este año han actuado, entre otros teatros, en Torrejón de Ardoz, Torrejón de la Calzada, Leganés, Pozuelo de Alarcón, Villanueva de la Cañada y Arganda del Rey. Otras veces, a falta de teatros, actúan en iglesias. Pero cuando se trata de tocar en localidades pequeñas se plantea la eterna discusión de los miembros de la orquesta: ¿al pueblo vamos de esmoquin o de frac? Lo cuenta el músico y a la vez presidente de la Asociación Orquesta y Coro, Fernando Rius: "Parece absurdo, pero siempre que salimos a tocar fuera de Madrid tenemos las mismas dudas y nos hacemos la misma pregunta".En la respuesta, que, por cierto, siempre es la misma, se impone ante todo la comodidad. "Como viajamos en autocar, lo mejor es el esmoquin. Así que enseguida nos ponemos de acuerdo", añade Rius, que en los diez años que lleva en la orquesta ha renovado el uniforme dos veces. "No disponemos de dinero para ropa, y si alguno crece, pues se le compra algo", dice el músico.

Lo que sí eligen con esmero cuando tocan en los pueblos es el repertorio, con Vivaldi en cabeza. "Intentamos que sea fácil de entender, para que la gente que no suele estar acostumbrada a este tipo de música no se nos eche para atrás", explican. Pero reconocen que el público más agradecido no es el de la ciudad. "En los pueblos, la gente es reacia, pero, si le gusta, es la que más se entrega", dicen.