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El gerente de Aceites ecológicos muere asfixiado al socorrer a su encargado.

Francisco de las Heras, de 43 años, dueño de la fábrica de Aceites Ecológicos, de Arganda del Rey, murió ayer al mediodía asfixiado por gas en un pozo situado en las afueras de su factoría. El empresario perdió la vida cuando socorría a su encargado, José Antonio Sardinero, que cayó dentro del foso. El jefe de Aceites Ecológicos había acudido -acompañado de tres trabajadores de la empresa- para supervisar los conductos del subsuelo y comprobar un posible escape de gas denunciado unas horas antes por los vecinos de la zona a la Guardia Civil.Los bomberos rescataron el cadáver de Francisco de las Heras a los 15 minutos del accidente. Una UVI móvil del 061 del Insalud trasladó al hospital Gregorio Marañón al encargado José Antonio Sardinero. Su estado era grave. Anoche permanecía en la UVI, según señalaron los médicos. Al mismo centro fue evacuado el empleado Luis San Juan, a causa de su intoxicación por gases. Una ambulancia de Cruz Roja también tuvo que trasladar al Gregorio Marañón al conductor de un coche que se detuvo para auxiliar a los afectados por las emanaciones.

Los vecinos de Arganda lamentaron la muerte del empresario, pero recordaron que desde hace dos años vienen exigiendo el cierre de la empresa de reciclado de aceites industriales por un presunto delito ecológico. Según estas denuncias, Aceites Ecológicos, una de las tres empresas de España dedicadas a esta actividad, vierte a la red de alcantarillado de La Poveda grandes cantidades de gases mercaptanos que producen malos olores en el barrio e irritaciones en ojos y garganta.

Una situación que se repitió durante la madrugada del viernes y que llevó a los vecinos a denunciarlo a la Guardia Civil de Arganda. "Ese hombre ha muerto, pero a nosotros la fábrica nos está matando poco a poco", señaló Alberto Muñoz, de la Plataforma por el Medio Ambiente de Arganda, que se ha querellado contra la empresa. Amigos de la Tierra e IU pidieron ayer una investigación y la suspensión de la actividad en la planta.

Los vecinos denuncian que Aceites Ecológicos carece de licencia municipal

Los vecinos aseguran que Aceites Reciclados no tiene licencia de apertura municipal, ya que el propio Ayuntamiento ha pedido el cierre de las instalaciones hasta que se demuestre que su funcionamiento es inocuo.Sin embargo, la empresa cuenta con dos autos judiciales del Tribunal Superior de Justicia de Madrid a favor de mantener la apertura de la fábrica que el consistorio ha clausurado en dos ocasiones.

La Consejería de Medio Ambiente llevaba a cabo estos días en las instalaciones una auditoría medioambiental para analizar la salida de humos y líquidos, cuyos parámetros se deberán ajustar a los límites establecidos por la ley para que no afecten a la salud.

Las últimas denuncias vecinales sobre malos olores llevaron en la mañana de ayer al director gerente de la fábrica de aceites, Francisco de las Heras, hasta sus instalaciones. Junto a tres empleados se dispuso a revisar las últimas reformas efectuadas en la fábrica. En concreto, los cuatro hombres inspeccionaron la tubería que une la depuradora con el colector. De las Heras y tres empleados salieron fuera de la fábrica para examinar ese conducto.

José Antonio Sardinero, químico y encargado, levantó la tapa de la alcantarilla situada en el exterior de la fábrica. Un tremendo golpe de gas salió del pozo; Sardinero cayó dentro aturdido. De las Heras se lanzo a por él. Luis San Juan, en la boca de la alcantarilla, ayudó a De Las Heras a sacar al encargado, pero la gran acumulación de gas impidió a los compañeros rescatar a De las Heras, que quedó inerte dentro del pozo.

La Guardia Civil ofreció esa versión de los hechos. Los propios trabajadores reiteraron el "fenomenal" gesto de su director. "De las Heras ha muerto por ayudar a su compañero", explicó Eusebio Roldán. La empresa gastó 300 millones de pesetas en mejoras hace algunos meses. Pero fueron insuficientes para calmar a los vecinos, que, a través de una plataforma, siguieron reclamando el cierre de la instalación.

Aceites Ecológicos decidió instalar un tubo de PVC flexible, de 30 milímetros de diámetro, en el interior del conducto del alcantarillado que vierte a la depuradora del Canal de Isabel II, a un kilómetro y medio de la planta.

Los bomberos sólo encontraron ayer una explicación a lo ocurrido: una reacción química, ocasionada por la unión del vertido de mercaptanos y agua con algún elemento purificador de la depuradora, pudo generar los gases tóxicos que ocasionaron la muerte del gerente de la empresa. Los gases tóxicos que ocasionaron el fatal desenlace habrían viajado hasta la fábrica por el hueco que existe entre el tubo de 30 milímetros por el que se efectúan los vertidos y el tubo más ancho del alcantarillado donde va introducido.

Quejas del gerente

De las Heras habló con EL PAÍS hace un mes. En aquella entrevista, el gerente de Aceites Ecológicos se quejaba de la falta de previsión de las administraciones al permitir que por una misma tubería fueran los vertidos industriales y los de los hogares de Arganda. De las Heras responsabilizaba al Ayuntamiento de permitir construir viviendas en las inmediaciones de la planta. "La empresa ya estaba aquí hace 30 años y no tenía viviendas a su alrededor. Es la única en España que se dedica al reciclado de aceites usados", declaró. Aceites Ecológicos vende parte de su producción a Italia y factura anualmente 800 millones. Hace diez años ocurrió otro accidente mortal en la empresa cuando un operario soldaba un depósito: no tuvo en cuenta la concentración de gases y, al poner en marcha el equipo de soldadura, el depósito explotó.

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