Una avioneta se estrella en medio de la carretera de Extremadura
El kilómetro 10,700 de la carretera de Extremadura , en sentido Madrid, fue ayer la tumba de dos aviodores. La aeronave Piper PA-38 Tomahawk que pilotaban en vuelo de instrucción el profesor Carlos José de Alfonso Benito, de 26 años, y su añumno Joaquín Agra Matos, de 20, se dirigía a las 17.20 al aeródromo de Cuatro Vientos cuando cayó en barrena y se estrelló contra la mediana de la cortada carretera. En el aparatoso accidente, que dejó la avioneta incrustada de morros sobre el asfalto, fallecieron en el acto los dos tripulantes.Sorprendentemente, el siniestro, pese a ocurrir en medio de una de las vías más concurridas de la capital y en día de máximo tráfico, no alcanzó a ningún coche. Este hecho se debió en parte a que los conductores que circulaban por la N-V, según relato un testigo, pudieron ver cómo la avioneta descendía, informa F. J. Barroso. En un principio pensaron que se trataba de una amniobra y que iba a remontar el vuelo, pero no sucedió así, y los conductores redujeron su velocidad hasata parar los vehículos y evitar la colisión con la avioneta estrellada.
Las causas del siniestro, que está siendo investigado por la Dirección General de aviación Civil permanecían ayer en la oscuridad. La reconstrucción de los hechos, a partir de los primeros datos técnicos y los relatos de los testigos- entre ellos una pareja de la Guardia Civil de Tráfico y el conductor Juan Martín Hernández-, indican que el aparato, tras unas dos horas de vuelo, iba a aterrizar en el aeródromo de Cuatro Vientos, cuya cabecera está situada a unos 250 metros del lugar del accidente. Ayer, debido a las condiciones meteorológicas, el citado aeródromo había cambiado el sentido de sus pistas y mantenía abierta aquella que tiene entrada por la carretera de Extremadura.
La avioneta civil, según esta primera versión, pasó por encima de la base y la carretera de Extremadura, giró, y de nuevo en dirección a Cuatro Vientos, puso el motor a baja revolución. Empezó a descender en espiral para emprender la maniobra de aterrizaje en el aeródromo. Sin embargo, repentinamente, cuando volaba a un mínimo de 75 metros de altura se precipitó en picado contra la carretera.
"El motor hacía mucho ruido y el avión cayó en barrena, así muy rápido, en cosa de, no sé, cinco segundos", indicó el testigo Martín Hernández, quien en el momento del accidente salida de la capital. En la base de Cuatro Vientos, la torre de control no recibió, según fuentes de los bomberos, ningún aviso de avería.
Los otros accidentes
Los dos aviados fueron encontrados abrazados entre los restos de la aeronave
En los últimos cinco años se han registrado en la región al menos cinco accidentes aéreos graves. El último ocurrió el pasado 16 de diciembre, cuando un helicóptero civil se estrelló en una huerta de Fuenlabrada. Murieron sus tres ocupantes.Anteriormente, en la madrugada del 9 de agosto, una avioneta Piper 31 se estrelló poco después de despegar del aeropuerto de Barajas rumbo a Santiago de Compostela. Sus dos ocupantes resultaron con graves quemaduras. En 1995 se registraron dos aterrizajes forzosos de avionetas en el barrio de La Fortuna (Leganés). En ambos casos no hubo heridos. Distinto fue el resultado de la avioneta accidentada en Móstoles el 28 de marzo de 1993: murieron sus dos ocupantes.
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