Moncloa e IU han mantenido contactos para pactar el papel de la coalición si Pujol retira su apoyo

Julio Anguita, coordinador general de Iu, relevó a un grupo escogido de dirigentes que ha mentanido vontactos con miembros del Gobierno en torno a las estrategias en las que ambas formaciones pudieran coincidir. Los contactos han sido frecuentes y en ellos ha participado también el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, que tanteó la postura de Izquierda Unida en el hipotético caso de un Gobierno en solitario del PP. El dirigente de IU aportó a estos encuentros su idea dé abordar una campaña parlamentaria de "regeneración democrática" -resucitando la comisión de los GAL- y desde el Gobierno se habló de la conveniencia de suavizar la presión sobre Jordi Pujol en Cataluña.

Las reuniones se vienen celebrando desde hace varios meses, tal como Anguita confirmó al grupo de dirigentes escogidos, conocidos como "el clan de Rascafría" -Rosa Aguilar, Francisco Frutos, Manuel Monereo, Felipe Alcáraz, entre otros-, según afirmaron a este periódico algunos de los informados por el coordinador de IU. Anguita en una de las reuniones que mantuvo en la FIM (Fundación de Investigaciones Marxistas) con estos dirigentes en los primeros días de enero -La Vanguardia desvelaba ayer que desde enero Aznar sabía que tendría el apoyo de Anguita- explicó una conversación con un alto responsable gubernamental y reveló que el representante del Ejecutivo, entre otros asuntos, había planteado que no vería mal que IU centrara sus críticas en las políticas del Gobierno, pero respetando, tanto las siglas del PP como al propio Gobierno. Anguita avanzó que a él no le parecía mal esa estrategia que, por otra parte, ya venía utilizando.En posteriores reuniones se fueron perfilando otros temas. Pero ha sido en el último contacto del coordinador general de IU con el vicepresidente del Gobierno Álvarez Cascos, celebrado hace escasamente dos semanas, donde se entró en materia y en detalle, según ha confirmado EL PAÍS en distintas fuentes de IU. En el encuentro -que, sin embargo, fuenegado por el vicepresidente y por Julio Anguita- Álvarez Cascos, según las fuentes citadas, tanteó qué posibilidades había de contar con los apoyos o la abstención de IU en determinados temas.

Acabar en solitario

José María Aznar está convencido de que tendrá que acabar la legislatura en solitario. Pero no desea que el apoyo de CiU se retire demasiado pronto. En consecuencia, una de las cosas que Cascos planteó fue la preocupación por la presión que Iniciativa per Catalunya (IC) mantiene en Cataluña sobre Jordi Pujol. La posibilidad de un olivo -unión de las fuerzas progresistas- podría acelerar la ruptura. Y, en consecuencia, habría que impedir que tal posibilidad saliera adelante. Los planes de Aznar son los de "aguantar" hasta la primavera de 1999 para convocar elecciones.

Cascos y Anguita hablaron también sobre la "agenda judicial" de Felipe González. A ambas formaciones les interesa que no se agoten los debates en torno a este asunto. Y no se van a agotar. Anguita quiere revivir en el Parlamento lo que él denominó en su momento "regeneración dernocrática", que, en el fondo, no es otra cosa que resucitar la polémica de los GAL, la corrupción, la utilización de fondos reservados y cualquier asunto relacionado con la Administración socialista. El propio Anguita dijo a su grupo parlamentario que en el debate sobre el Estado de la Nación su intervención girará en torno a estos temas.

Las conversaciones se han llevado en el más estricto y riguroso secreto y sólo con el conocimiento de un grupo muy reducido de dirigentes cercanos a Anguita, todos, dentro del ámbito del PCE. Sin embargo, otros dirigentes aseguran tener conocimiento de este "pacto" y, en algún caso en la ley del fútbol-, al ver cómo se imponían al grupo criterios desde la dirección de IU, llegaron a preguntar directamente si existía acuerdo con el Gobierno. El modelo que se impondría entre PP, e IU sería muy similar al que en 1980 propuso Adolfo Suárez a Santiago Carrillo, entonces secretario general del PCE. El propio Carrillo desveló la oferta de Suárez -hacer una pinza parlamentaria entre UCD y PCE contra los socialistas- en el debate de la moción de censura planteada por Felipe González contra Adolfo Suárez en la primavera de 1980.

El "apoyo" de IU al Gobierno del PP se basa en abstenciones o votaciones con los populares en casos muy determinados, tal como se ha hecho en la ley del fútbol. IU ha apoyado las tesis del Gobierno en los dos aspectos más importantes del debate: la citada ley y el modelo de descodificador.

La sintonía entre ambas fuerzas no se da sólo en el ámbito parlamentario. IU y PP mantienen similares criterios respecto al clima político y, sobre todo, en lo que se refiere a sus responsables. Dirigentes de IU han culpado directamente a Felipe González, y con las mismas palabras utilizadas por miembros del Gobierno, del estado de crispación que, por otra parte, también en coincidencia con José María Aznar, están convencidos de que no existe como tal.