Ardanza considera "lamentable" que Mayor niegue el acercamiento de los presos de ETA

El plan de acercamiento de los presos de ETA a cárceles de Euskadi sigue enfrentando al Ejecutivo vasco con el ministro Jaime Mayor Oreja. El lehendakari, José Antonio Ardanza, calificó ayer de "lamentable" la negativa de Interior a aceptar el plan elaborado por la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco y aseguró que es "inexplicable" que se justifique esa decisión en la no cesión a un "chantaje". La discusión continúa cuando Ortega Lara está a punto de cumplir -lo hará el sábado- 500 días de secuestro en manos de ETA.

Las puertas hacia cualquier solución o salida en la polémica sobre el plan de acercamiento de los presos de ETA a cárceles del País Vasco se están cerrando, según el punto de vista del lehenkadari. Y quien "se empeña permanentemente" en empujar esas puertas es, para José Antonio Ardanza, el propio ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja.Ardanza calificó ayer en San Sebastián de "lamentable" la negativa de Mayor a modificar la situación de los presos de ETA tal y como le ha solicitado esta semana el Parlamento vasco. La Comisión de Derechos Humanos de esta Cámara aprobó un documento en el que muestra el respaldo a cualquier medida administrativa que adopte el Ministerio del Interior en los centros penitenciarios para resolver el secuestro del funcionario de prisiones Ortega Lara. Una de éstas sería el traslado de presos de ETA a cárceles de Euskadi o próximas, un "sentimiento mayoritario y legítimo del Parlamento vasco", según Ardanza.

Sus críticas no se quedaron en la negativa de Interior, sino en la razón que aduce el ministro. Mayor Oreja consideraría aceptar el acercamiento de los presos etarras como la cesión a un chantaje. Ardanza, sin embargo, no cree que cumplir la legislación en materia penitenciaria sea una cesión al chantaje terrorista. "Es inexplicable -dijo- que un ministro, en democracia y en un estado de derecho, diga que aplicar las previsiones de una ley es aceptar un chantaje".

Ardanza afirmó que ese tipo de decisiones son "un absurdo jurídico y democrático". Sin embargo, el secretario de- Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, insistía ayer en Onda Cero que lo que "nunca" se puede hacer "es ceder al chantaje". "Cualquier acercamiento indiscriminado, cualquier acción de las que pide ETA, no supondría sino crear más dolor en otras familias, porque tendríamos otros secuestros, otra violencia ejercida sobre el colectivo de prisiones o sobre otro colectivo", afirmó.

Fluxá aseguró que en este momento no se dan las condiciones que establece el Pacto de Ajuria Enea para un final dialogado de la violencia, pero añadió que "cuando ese momento llegue, el PNV deberá desempeñar un papel primordial". Ardanza también habló de final dialogado, y utilizó el ejemplo del Reino Unido. Para el lehendakari, al primer ministro británico, Tony Blair, "no le resulta ninguna cesión al chantaje" comprometerse a hablar con el Sinn Fein -el brazo político del IRA-, "el equivalente a Herri Batasuna", para llegar a una solución dialogada que acabe con el problema de Irlanda.

Los presos etarras también fueron el tema del que habló en Valladolid el dirigente de HB Tasio Erkizia, informa Francisco Forjas. Y lo relacionó claramente con el secuestro de José Antonio Ortega Lara. El parlamentario abertzale pidió a los funcionarios de prisiones que, para ayudar en la liberación de su compañero, se "comprometan públicamente en el respeto de lo derechos humanos de los preso [etarras]". Erkizia, que afirmó que HB no es quien tiene secuestrado al funcionario burgalés, recordó el comunicado de ETA en el que además de reivindicar el secuestro de Ortega Lara, la banda indica las condiciones para su liberación: "El cumplimiento de la legalidad vigente y el respeto de los derechos de los presos, y que el Gobierno haga movimientos y tome contacto con los representantes de los presos que garanticen sus derechos humanos para que se dé el fin de ese secuestro".

"Frustración" en Interior

El parlamentario de HB se desplazó hasta la cárcel de Valladolid con la pretensión de entrevistarse con el director de la prisión y conocer la situación de los internos de la banda terrorista. En cumplimiento de la ley, el director del centro penitenciario sólo permitió el acceso al abogado de los reclusos. Antes de llegar a la cárcel, donde cumplen condena ocho etarras, los funcionario de esa prisión desplegaron a la entrada de las dependencias un pancarta en la que se pedía la libertad de Ortega Lara. Mart Fluxá reconoció ayer que en Interior "siempre queda la enorme frustración de no poder hacer lo suficiente. Una de las grande constantes del trabajo del Ministerio del Interior es la sensación de frustración, porque siempre hay algo que hacer siempre hay alguna posibilidad más".