Tietmeyer, el cancerbero del marco
El presidente del Banco Federal alemán, Hans Tietmeyer, el símbolo palpable de una implacable política de estabilidad monetaria, nació hace 65 años en Metelen, un pueblo de Wesfalia de menos de 6.000 habitantes y suele jactarse de reunir las características que se atribuyen a los nacidos en esa región: tercos hasta el empecinamiento.Esta ha sido la nota más destacada de Tietmeyer al frente del Bundesbank, donde ha ejercido su labor de cancerbero del marco, de forma implacable, sin importarle las críticas internacionales de una Europa que se quedaba sin aliento ante la política alemana de intereses altos. Tietmeyer no abrió la mano, porque ni quería, ni podía correr el riesgo de que la inflación subiese un ápice en Alemania.
Todo por la estabilidad podría ser la divisa de este hombre ,de ideología democristiana, que sirvió como funcionario en el Ministerio de Economía desde 1962.
Munición liberal
En 1982, se le atribuye la paternidad de un famoso papel que analizaba la situación económica del final del Gobierno de centro -izquierda, la coalición socioliberal (SPD-FDP) bajo el canciller Helmut Schmmidt. El análisis de Tietmeyer sirvió de munición a los liberales (FDP), para dar el cambio de pareja y acabar con el Gobierno de Schmidt.La recompensa para Tietmeyer fue el puesto de secretario de Estado en el Ministerio de Hacienda, donde enlazó bien con el canciller Helmut Kohl y desde allí saltó al Bundesbank. Tietmeyer es consecuente y fiel a sus principios y así lo pone de manifiesto en el pulso que no ha dudado a echarle a su propio Gobierno en Bonn. Este testarudo católico de Westfalia está convencido de que el euro tendrá que ser tan sólido como el marco y el futuro Banco Central Europeo tan independiente como el Bundesbank. Y en eso anda.
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