El jefe del Ejecutivo cree que las encuestas confirman que su política de "lluvia final" ya cala en el electorado
José María Aznar y los dirigentes del PP se niegan a que la realidad estropee sus análisis. No aceptan que España viva un periodo de crispación y rechazan que desde su partido se profieran insultos incluso cuando aún resuenan las palabras del vicepresidente Rodrigo Rato en Galicia tachando a los socialistas de "doberman escupidores". Tampoco admiten los resultados técnicos de las encuestas, que sitúan al PP y al PSOE en la horquilla que los expertos califican como "empate técnico". Aznar se valió ayer precisamente de los sondeos, entre ellos uno del PP, para destacar que, tal como había augurado, su gestión ya cala como "lluvia fina". Su buen hacer económico y político le ha llevado, en su opinión, a conseguir despegarse del PSOE.El PP reunió ayer en Madrid a su comisión permanente. Ante la cúpula del partido, Aznar se dio un empacho de satisfacción entre números. Esta vez no le hizo falta recurrir a sus conocidas frases y latiguillos. Para destacar que "España va bien" el presidente del Gobierno utilizó las encuestas: la propia encargada por el PP, que le da en mayo una ventaja sobre el PSOE de 3 puntos en intención de voto; la oficial del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que fija esa diferencia en abril en 1,8 puntos; y las externas, publicadas este fin de semana, que fluctúan entre los 1,5 puntos de La Vanguardia y los 4,3 de El Periódico de Catalunya.
Gestión de un año
Todos esos sondeos confirman, según Aznar, que su teoría de la "lluvia fina" funciona. Aznar es de la idea de que gestionar bien acaba calando en la sociedad, y sostiene que esto lo acaba de demostrar en su primer año de Gobierno, tal como reflejan especialmente los apartados de los sondeos sobre valoración de la situación política y económica.Varios responsables del PP subrayaban ayer que alguno de los porcentajes que muestran estos apartados no se registraban en tan buen sentido desde 1990. El coordinador general del PP, Ángel Acebes, hizo ver incluso que la consideración negativa de los españoles sobre el momento es la más baja desde 1986.
Aznar utilizó también estos sondeos para descalificar el clima de "ruido" y "bronca", que atribuye únicamente al PSOE. Interpretó de los datos del CIS -de finales de abril, poco antes de que estallase la crisis de la crispación-, y de otros sondeos más recientes, que la estrategia del PSOE ha fracasado y produce entre los ciudadanos sensación de "aislamiento".
Sobre la crispación, el PP ha optado oficialmente por negar la evidencia. Los dirigentes del partido en el Gobierno defienden públicamente que no existe. Acebes llegó incluso a negar que las palabras el sábado en Galicia de Rodrigo Rato, vicepresidente económico, fueran insultantes cuando alertó de que los socialistas, en las próximas elecciones autonómicas, trasladarían a esa comunidad a sus "doberman", no para "morder", sino para "escupir". Entiende que eran la respuesta lógica al vídeo del PSOE de la campaña electoral de 1996, en el que se identificaba a un perro de esa raza con un mitin del PP. [En otra versión, el propio Rato aclaraba ayer en París que, sus palabras respondían a una campaña publicitaria de los socialistas gallegos, en la que se tildaba a Manuel Fraga de "traidor a Galicia"].
Tampoco Acebes considera un insulto la invectiva del vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, contra Felipe González, al que señaló como "cerebro de los GAL" y responsable de "28 asesinatos". Aznar, sin embargo, reclamó a sus dirigentes que se olviden de replicar a la bronca con la misma medicina y les pidió que se dediquen a lo suyo, es decir, a promocionar lo bien que lo hace el Gobierno.
Despegue del PP
Aznar también dio por concluido, en la sede central del PP, el famoso "empate técnico" con el PSOE que le perseguía en los últimos meses en todos los sondeos. "El PP se despega, el empate se ha roto", según Acebes. "Ya no es posible hablar de empate técnico", según José María- Michavila secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, porque en el anterior barómetro del CIS, en enero, la distancia con el PSOE era de 0,5 puntos y ahora es de 1,8.En el PSOE se ratifican en que el escenario es de empate y similar a las últimas elecciones. Tanto Ciprià Ciscar, secretario de Organización, como Alejandro Cercas, subrayaron como "demoledor" que la valoración de Felipe González permanezca por encima de la de Aznar. Ciscar espera, en cualquier caso, que estos datos tranquilicen a Aznar y que éste pare "la máquina de la crispación".
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