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Los talibanes controlan ya casi todo tosta Afganistan por la huida de sus enemigos

La conquista ayer de dos nuevas provincias del norte de Afganistán llevó a los talibanes a las puertas del valle del Panshir, en el extremo nororiental el país, y con ello, al control de casi la totalidad del territorio afgano. De nuevo fue un cambio de alianzas lo que permitió a los talibanes -estudiantes de teología salidos de las madrasas (escuelas coránicas) establecidas en Pakistán con ayuda de Arabia Saudí- un triunfo impensable hace tan sólo dos años, cuando cambiaron los libros por las armas.

Esta vez fue el general Abdul Malik, hasta el viernes mano derecha del jefe de las milicias uzbekas, Abdul Rashid Dostum, quien se rebeló contra Dostum y puso a sus hombres en el lado talibán. Siguieron a Malik la mayoría de las milicias uzbekas de Dostum, quien se vio obligado a huir del país.La rebelión de Malik ha permitido a los talibanes conquistar el norte de Afganistán sin apenas combatir. Ayer cayeron las provincias de Kunduz y Samangan, tras un breve enfrentamiento con algunos fieles de Dostum, quien ya se encuentra en Ankara después de haber huido a través de Uzbekistán. Pero lo más importante es que Malik abrió a los talibanes el paso de Salang, el infranqueable cordón umbilical que une el valle del Panshir (noreste) al resto de Afganistán.

Las tropas soviéticas que ocuparon Afganistán de 1979 a 1989 jamás atravesaron el desfiladero de Salang y tuvieron siempre que hacer frente al hostigamiento de los muyahidin (guerrilleros) del llamado León del Panshir, Ahmed Sha Masud. Masud, que, en alianza con Dostum y otras fuerzas guerrilleras, logró en 1992 derrocar al régimen prosoviético de Mohamed Najibulá, se encuentra en el Panshir desde septiembre, cuando los talibanes entraron en Kabul y derrocaron al Gobierno en el que desempeñaba la cartera de Defensa.

Una parte de las tropas gubernamentales fieles a Masud huyeron con él. La batalla final por la conquista de Afganistán se dará, por tanto, en el Panshir. Ayer se libraban fieros combates en las provincias de Balj y Baglan, que se encontraban bajo control del comandante Jaffer Naderi, un rival de Malik, pero expertos paquistaníes aseguran que la victoria es "cuestión de tres o cuatro días".

Leyes islámicas

Malik declaró en Mazar i Sharif, la bella capital del norte de Afganistán y hasta ahora bastión de Dostum, que se rebeló porque se hizo eco de la "voluntad de la gen te de instalar las leyes islámicas (sharia) en todo el país". Ayer mismo se decretó la sharia en la zona conquistada, aunque Malik destacó que las mujeres seguirán siendo escolarizadas y podrán trabajar bajo determinadas condiciones.En Kabul, mientras tanto, el régimen talibán hizo un llamamiento a la comunidad intemacional para que le reconozcan como Gobierno legítimo de Afganistán. Pakistán, el mejor aliado de los talibanes, fue el primero en dar un paso que los mulás (clérigos) aguardaban ansiosos desde la conquista de Kabul, en septiembre pasado.

Pero, de momento, los talibanes, una mezcla de tradicionalismo pastún, la etnia mayoritaria de Afganistán, e integrismo islámico no parecen gozar de muchas simpatías en la esfera internacional, 3 mucho menos entre sus vecinos que los ven como posibles exportadores de una revolución islámica suní de características desestabilizadoras para la región.

De hecho, el ministro de Exteriores de Rusia, Yevgueni Primakov, reaccionó de inmediato al avance talibán y anunció que responderá con "medidas muy duras y eficaces" a toda incursión de los islámicos afganos en territorio de las repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), informa Rodrigo Fernández. Y en un comunicado especial, el Kremlin dice que si los talibanes violan las fronteras de la CEI, especialmente de Tayikistán o Uzbekistán, de inmediato se pondrá en acción el "mecanisino del Tratado de Seguridad Colectiva", lo que significa que Rusia acudirá de inmediato en ayuda de sus aliados centroasiáticos.

El Kremlin tiene actualmente cerca de 20.000 soldados en Tayikistán y 5.000 en Kirguizistán. Mientra, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguizistán están preparándose para resistir a eventuales intentos de penetración de los talibanes.

Tras las conquistas de ayer, los talibanes controlan el 85% del territorio afgano. Además del valle del Panshir, hacia el que se dirige ahora el grueso de sus fuerzas, les falta por dominar la meseta central para controlar todo el territorio afgano. Esa meseta, en la que tampoco se adentraron las tropas soviéticas, está habitada por la mi noría hazara, de religión musulmana shií y apoyada por Irán.

Precisamente ayer, el presiden te saliente iraní, Alí Akbar Hache mí Rafsanyaní, dijo en una conferencia de prensa que no reconocería al régimen talibán hasta que no sea reconocido por Naciones Un¡ das. Teherán ha repetido en múltiples ocasiones que no permitir que la minoría hazara sea aplastada.

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