Guerra: "Los cargos no son vitalicios para nadie"
Alfonso Guerra pareció resignarse ayer a dejar su futuro en manos de los delegados del próximo congreso del PSOE y aseguró que "no pasa nada" si éstos deciden democráticamente su relevo en el máximo órgano de dirección. El número dos socialista, quien recientemente advirtió que su exclusión de la ejecutiva dividiría al partido, adoptó ayer un tono más conciliador y aseguró que "los cargos no son vitalicios para nadie". Mucho menos moderado estuvo en sus críticas al Ejecutivo actual, al que tachó de "Gobierno con vocación suicida" que atenta "contra la convivencia".
El vicesecretario general del PSOE, que participó en en Montcada i Reixac (Barcelona) en un mitin organizado por los socialistas catalanes con ocasión de la fiesta de la rosa, mostró durante su intervención su preocupación porque la formación a la que pertenece se convierta en una "federación de partidos socialistas" y reclamó una organización "unificada y para toda España".Aunque precisó que no desea que se reduzca el peso político de los dirigentes regionales socialistas, la mayoría de los cuales ha apostado por suprimir el cargo que Guerra ocupa en la ejecutiva, advirtió que el PSOE no puede convertirse en un partido "fragmentado" y alertó contra los "cantos de sirena" que pretenden quebrar la unidad socialista "desde fuera".
Pese a la incertidumbre sobre su futuro político, Guerra volvió por sus fueros durante el mitin y cargó contra el Ejecutivo que preside José María Aznar. "Tenemos un Gobierno con vocación suicida", proclamó, añadiendo que los populares demuestran una. actitud que atenta contra "la convivencia". En su opinión, el Ejecutivo popular "es legítimo en su origen", porque ganó unas elecciones, "pero no tiene legitimidad en su ejercicio" porque aplica "una política antidemocrática" e intenta "reducir" la libertad de los españoles y "militarizar" la vida política". Su único objetivo, prosiguió, es "ocupar el poder y acabar con el Estado del bienestar", para lo cual "todo lo que hace lo tiene que hacer con autoritarismos". "Así empezaron las experiencias autoritarias en Europa", reflexionó después.
Tras acusar al PP de beneficiar a los "privilegiados" y "al sector privado frente al público" y de "amenazar a determinadas empresas", Guerra matizó que, en el fondo, el Ejecutivo es "débil" y recibe "instrucciones de José María Cuevas [el presidente de la CEOE], del Opus Dei, de los obispos y de determinados medios de comunicación". Aznar, concluyó, es un "mediocre": "Para gobernar se necesita capacidad de liderazgo y no veo que la tenga ni en su familia".
Partir Euskadi en dos
Por su parte, el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, en un tono duro y con el puño cerrado, criticó en Bilbao al PNV por callar ante "los abusos de poder" del Gobierno del PP y, en cambio, lanzó una invitación a IU, "con la mano tendida", para iniciar un nuevo camino de colaboración y trabajo, informa Pedro Gorospe.Además, Jáuregui advirtió al- PNV que asumir progresivamente las tesis y las reivindicaciones políticas de ETA supondría una grave fractura social que dejaría prácticamente partido en dos a Euskadi.
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