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El Grupo Socialista considera a Rodríguez un "mandado" y no se plantea pedir hoy su dimisión

Luis R. Aizpeolea

El Grupo Socialista considera al portavoz el Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, "un andado" y por tanto no se plantea, en principio, pedir su dimisión por sus presuntas amenazas de cárcel al empresario Antonio Asensio, aunque las considera "muy graves". El portavoz Joaquín Almunia cree que Rodríguez no refleja sólo un estilo personal, sino el del Gobierno que encabeza José María Aznar. Con esa actitud, el primer partido de la oposición espera hoy las explicaciones de Rodríguez ante la Comisión Constitucional del Congreso sobre las denuncias del presidente de Antena 3. El portavoz del Ejecutivo cuenta con el respaldo de Aznar y del Grupo Popular, que acudirá masivamente a apoyarle en su comparecencia.

Justo una semana después de Asensio y ante la misma comisión del Congreso, Rodríguez dará explicaciones, a petición propia, de las supuestas amenazas de cárcel que, según el presiente de Antena 3, le formuló el secretario de Estado de Comunicación tras pactar con el Grupo PRISA una alianza en la plataforma digital.Rodríguez atraviesa por el peor trago en su recién estrenado primer aniversario como portavoz del Gobierno. El martes por la mañana, al día siguiente de la denuncia de Asensio, Rodríguez tuvo una presencia masiva en las radios para esponder a las acusaciones del empresario e incluso ofreció una rueda de prensa en La Moncloa. A continuación, se retiró de la circulación y ha evitado dar señales de vida hasta ue hoy comparezca en la Comisión Constitucional.

Ausencias de Rodríguez

El viernes no protagonizó la haitual rueda de prensa, posterior al Consejo de Ministros. Lo evitó al viajar con el presidente del Gobierno a Noordwidjk. Le susituyó el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, que resoondió a todas las preguntas políticas que se le formularon aunque compareció para explicar el proyecto de Ley del Suelo. El mismo martes, Rodríguez quiso abandonar la sala de prensa de a Moncloa durante la comparecencia, organizada por el propio portavoz del Gobierno, del ministro de Defensa, Eduardo Serra.Rodríguez ha manifestado en círculos de su confianza su disposición a abandonar el cargo, pero sigue contando con el respaldo del presidente del Gobierno. José María Aznar se lo ha otorgado tanto en privado como en público. Además de su estima personal hacia su secretario de Estado de Comunicación, Aznar o quiere ceder este terreno, al menos por ahora, ni a la oposición ni a sus aliados nacionalistas catalanes y canarios, que ven a Rodríguez como un personaje incómodo.

Otra cosa es lo que pueda suceder dentro de unos meses. Dentro del propio PP no se descarta que Aznar altere sus planes iniciales de mantener este Gobierno hasta la entrada en el euro. El estado de salud del ministro de Exteriores, Abel Matutes, en periodo de convalecencia tras un infarto y que el pasado jueves no compareció ante la Comisión de Exteriores, podía ser la excusa de una remodelación del Ejecutivo entrado el verano. Rodríguez podría pasar a ocuparse de otros asuntos pero, en cualquier caso, su nueva tarea supondría una salida digna para el actual secretario de Estado de Comunicación, según fuentes del PP.

De ahí, y a la vista del importante grado de estima de Aznar hacia Rodríguez, que el Grupo Parlamentario Popular se haya adelantado a ofrecer su respaldo al secretario de Estado de Comunicación. "El apoyo del Grupo Parlamentario del PP a Rodríguez está garantizado porque no ha habido amenazas ni por parte de ¿I ni por parte de nadie del PP", decía ayer el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Manuel Núñez. El PP hará hoy un amplio despliegue y acudirán a la sesión de la comísión constitucional no sólo los diputados adscritos a ella sino de otras comisiones. Previamente, por la mañana, se reúne la Comísión Permanente del PP.

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Tampoco los socialistas están interesados en pedir la dimisión de Rodríguez, pero por razones distintas. El portavoz del Grupo Socialista, Joaquín Almunia, manifestó ayer a EL PAÍS que a su grupo no le interesaba pedir la destitución de Rodríguez pese a la gravedad de sus acusaciones. Los socialistas, cuyo portavoz en la comisión constitucional es uno de los padres de la Constitución, el ex ministro Jordi Solé Tura, se plantean que solicitarla sería tanto como considerar la actuación del secretario de Estado de Comunicación como un hecho personal. "Rodríguez refleja un estilo de Gobierno, el que ha impuesto José María Aznar", dijo ayer Almunia.

Los socialistas vinculan el estilo de Rodríguez con el del vicepresidente político del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, acusando al ex presidente Felipe González de ser el "cerebro de los GA-U o incluso al del vicepresidente económico Rodrigo Rato cuando atribuye a los socialistas "amiguismo" en la "amnistía de expedientes fiscales" o avisa sobre "los doberman socialistas" en la próxima campaña de las elecciones autonómicas gallegas. Este estilo obedece, estiman los socialistas, a una estrategia de tensión iniciada por el PP tras la encuesta del CIS del pasado invierno, en la que el PSOE superó al PP, y animada por los aliados mediáticos del Ejecutivo.

Además, los socialistas creen que Rodríguez ya está lo suficientemente tocado como para insistir en su dimisión.

La dimisión es algo que sí se plantean los socios nacionalistas del Gobierno, especialmente los canarios, si hoy el secretario de Estado de Comunicación no responde de manera convincente a las acusaciones de Asensio. Esta tesis la defendió ayer abiertamente el portavoz adjunto de Coalición Canaria (CC), Luis Mardones. "Aznar debe tener presente que, en determinadas circunstancias, pesa más el sentido de responsabilidad del hombre de Estado y la estabilidad del país que los vínculos de amistad que haya creado con los miembros de su Gabinete", dijo Mardones.

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