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Un mastodonte en el aeropuerto

Los restos de un animal que vivió hace 10 millones de años aparecen en las obras de la tercera pista de Barajas

Vicente González Olaya

Donde ahora el Ministerio de Fomento quiere construir la, ampliación del aeropuerto de Barajas, hace unos diez millones de años pacía tranquilo un gigantesco mastodonte. Los restos de este ejemplar de la era terciaria han salido a la luz hace unos días, extraídos por un equipo de paleontólogos de la Comunidad de Madrid y del Museo de Ciencias Naturales.Los expertos que lo han hallado estaban auscultando el terreno antes de permitir que las máquinas de Fomento cubriesen la zona de cemento, carreteras, edificios y túneles. El ministerio que encabeza Rafael Arias-Salgado quiere levantar en estos lugares la tercera pista del aeródromo y un nudo de comunicaciones entre el barrio de Barajas y Paracuellos del Jarama (5.300 habitantes).

Los restos del mastodonte -según los técnicos consultados, posiblemente un proboscídeo de la familia de los Gomphotherium angustidens- han aparecido a unos seis metros de profundidad, en una de las zanjas abiertas por los expertos. Los paleontólogos, para reducir costes de las excavaciones, en vez de desenterrar toda la extensión donde se levantará el complejo aeroportuario, realizan sondeos al azar, con la esperanza de encontrar yacimientos de importancia. En este caso han hecho diana.

Africanos

Hace unos meses, las primeras catas arqueológicas en busca de restos destacados resultaron infructuosas. Sólo se toparon con materiales de la Edad Media procedentes del entorno del castillo de la Alameda de Osuna, un barrio madrileño situado a unos cinco kilómetros de distancia. Se supone que cuando se comenzó a urbanizar esta barriada, hace unos veinticinco años, una parte de la fortaleza medieval fue arrasada y sus restos esparcidos en el lugar donde ahora se quiere ampliar el aeropuerto.Los proboscídeos como el encontrado ahora eran unos mamíferos de trompa prensil, formada por la unión de la nariz y el labio superior. Su tamaño era semejante a los de los actuales paquidermos africanos, y pueden considerarse sus predecesores.

Los Gomphotherium angustidens tenían un cráneo poco alto y mandíbulas muy alargadas. Vivieron durante la era terciaria, y numerosos ejemplares han sido encontrados en varios yacimientos de la actual Comunidad de Madrid.

Estos mastodontes contaban con cuatro colmillos exteriores: los incisivos superiores, largos y curvados hacia abajo, y los inferiores, cortos y hacia arriba. Se alimentaban de hierba, plantas, hojas, ramas, cortezas, frutos y bulbos.

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Durante los últimos años se han encontrado numerosos ejemplares en diversos yacimientos: Paracuellos, Vallecas o barrio de la Estrella.

En la era terciaria convivieron serpientes, lagartos, tortugas gigantes, rinocerontes, caballos primitivos, jabalíes, jirafas y mastodontes.

Tortugas y reptiles

Por el momento, el hueso más grande de los desenterrados del mastodonte corresponde a un húmero de cerca de medio metro de longitud, aunque los paleontólogos esperan sacar a la luz bastantes más y de mayores dimensiones.Junto a este osario, los expertos se han topado con varias tortugas de la misma era y reptiles aún sin identificar.

El descubrimiento ha hecho que los paleontólogos quieran abrir ahora una zona más extensa de la que tenían previsto estudiar. Quieren ampliar las excavaciones para sacar todos los restos del animal.

La Comunidad de Madrid explicó ayer que "las excavaciones podrían estar acabadas dentro de un mes, y no afectarán a las obras que el Ministerio de Fomento realiza para la ampliación del aeropuerto".

Las primeras hipótesis apuntan a que el animal no murió en el lugar donde ha sido encontrado. "En aquella época, el río Jarama (que ahora transcurre a varios kilómetros de distancia del lugar donde fue hallado el mastodonte) cubriría la zona, y sus aguas pudieron arrastrar cadáveres de animales muertos a bastante distancia. Quizás los huesos del animal fueron conducidos hasta algún meandro del río y recubiertos por tierra de aluvión con el paso de milenios".

Y terminaron de explicar: "De todas formas, aún es pronto, según los especialistas, para hablar con seguridad de cómo murió el animal y de lo que puede aparecer en breve".

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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