La presidencia estudiará mañana el pacto electoral de Galicia

No va a ser fácil. Ni va a tener más apoyos que los que a sí misma pueda darse Esquerda Unida-Esquerda Galega (EU-EG). El acuerdo de coalición electoral entre EU-EG y los socialistas gallegos ha sentado como un tiro a la dirección federal de IU. Julio Anguita lanzaba ayer una advertencia a sus compañeros de Galicia: será la dirección federal quien mañana lunes dirá la "última palabra" sobre el pacto.No dijo más, pero ¿hace falta? Más y mucho más claro hablaron otros dirigentes como Felipe Alcaraz, Francisco Frutos o Willy Meyer al mostrar su rechazo a lo que EU-EG y el PSOE de Galicia están negociando. Meyer calificaba ayer el acuerdo de "bofetada" a la política federal de IU y advertía que en Galicia está más cerca de los postulados de IU el Bloque Nacionalista Galego (BNG) que EU-EG.

Frutos, más partidario de cortar por lo sano, venía a decir que esos problemas hoy no existirían si se hubiera renovado en su momento la cúpula dirigente gallega de IU. Alcaraz prefería volver sus ojos al pasado advirtiendo del error que en su día cometió IU de Andalucía al. ir a las elecciones en coalición con los socialistas.

Los apoyos han venido por el lado de Nueva Izquierda. Aunque sean apoyos que lo único que hagan sea encrespar a quienes prefieren la soledad de los convencidos de que la razón sólo puede estar de su lado. Diego López Garrido, secretario federal de Nueva Izquierda, señalaba que "sería un profundo error" poner obstáculos desde un ámbito superior al pacto.

Los socialistas mostraron ayer su sorpresa a la reacción que el acuerdo ha provocado en el PP y en el BNG. El portavoz del PSOE gallego, Miguel Cortizo, calificó de disparates las declaraciones de Manuel Fraga advirtiendo del peligro comunista y señaló que el pacto ha dado respuesta al "clamor social" que hay en Galicia.