Las "pifias" de Felipe IV

Camilo José Cela, premio Nobel de Literatura, empezó ayer a hablar sobre a recién terminada restauración del monumento a Felipe IV enclavado en la plaza de Oriente. Cuando todos los asistentes esperaban un discurso laudatorio, el escritor soltó que el arreglo tiene "dos pifias".La primera, "que da el trasero al palacio". En efecto, la estatua ecuestre del rey mira hacia la plaza de la Opera. Y la segunda: la frase inscrita en el pedestal que ilustra la procedencia de la obra "es mentira de pies a cabeza". La estatua, ciertamente, no fue hecha en tiempos de Isabel II, tal y como se dice al pie, sino mucho antes: en 1640, en Florencia, por el escultor Pietro de Tacca, que solicitó los consejos del astrónomo Galileo Galilei para equilibrar las masas y las alturas. Isabel II fue quien ordenó trasladarla a la plaza de Oriente. El alcalde, José María Alvarez del Manzano, quitó hierro al asunto y echó la culpa a Isabel II, que fue quien la colocó de espaldas al palacio. "Si ya me acusan de haber destruido la historia por la plaza de Oriente, qué no hubieran dicho si cambio de orientación a estatua", señaló en tono distendido.

La estatua se ha rehabilitado gracias a la Fundación Rich, residida por Cela, organismo que ha donado los 23 millones que han costado las obras.