Bodas e inquisiciones
Un mercadillo medieval en El Álamo rescata la artesanía y los usos de hace cinco siglos
Al traspasar los dos torreones de cartón piedra situados a las puertas de la plaza de El Álamo (3.900 habitantes) el asfalto se convierte en paja y los luminosos de las tiendas desaparecen para dejar paso a 52 puestos de telas y madera en los que se venden vidrios de colores, queso, hierbas aromáticas y especias que adelgazan y quitan la tos.Un malabarista con sayón y calzones de vivos colores sale al paso del visitante dando saltos. Después, una atrevida zíngara le invita a bailar y extiende su mano en reclamo de algunos doblones. Es el dibujo de un día en el mercadillo medieval del municipio, integrado por un grupo de artesanos de toda España y la compañía de teatro Gusarapo, con un objetivo no sólo lúdico. "Queríamos empujar la artesanía tradicional, muy hundida, a través de una idea original como la de llevar a los visitantes hasta el medievo", señala Carmen Zancudo, portavoz de los artesanos.
Mercadillo medieval en El Álamo
Hoy de 11.00 a 24.00 horas en la plaza del municipio. Carretera nacional V, desvío a la M-404 a la altura de Navalcarnero.
Los 20 actores de Gusarapo animan el entorno con bailes, pasacalles, títeres, venta de esclavos y ejecución pública de reos. El grupo musical segoviano Rezumba mezclaba a mediodía de ayer sus notas con el olor a incienso y azahar. Todos los actores invitaban a los vecinos a rascarse el bolsillo en los puestos de abalorios y cacharros que se mantendrán abiertos mañana hasta las tres de la tarde.Hoy habrá boda. A la una de la tarde los contrayentes llegarán a caballo hasta la plaza. "Es una boda legal porque la oficia una persona autorizada, aunque esté disfrazada", dice Luis Sánchez, director de Gusarapo. Esta tarde se podrá ver una quema de libros por la Inquisición y hasta medianoche, un concierto folk.
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