Números redondos

La selección española llega al partido de mañana en Belgrado con una cuenta de explotación muy interesante. Los 50 encuentros de Javier Clemente como seleccionador se han saldado con 30 triunfos, 17 empates y tres derrotas, 100 goles a favor por 30 en contra. El equipo ha cumplimentado las dos fases de clasificación, la del Mundial 94 y la de la Eurocopa 96, con una sola derrota, la sufrida en Dinamarca el 31 de marzo de 1993, por 1-0.Cayó también en un amistoso ante Croacia, por 0-2, el 23 de marzo de 1994, y después fue eliminada por Italia en la Copa del Mundo de EE UU por un gol de Roberto Baggio en la prórroga: 2-1. Y, desde entonces, suma 26 partidos sin perder, pese a que quedó apeada en cuartos de final de la Eurocopa por Inglaterra en la tanda de penaltis.

Los números son tan redondos que invitan a reflexionar sobre el comportamiento del juego. Y diríase que, llegados a los 50 partidos, Clemente ha integrado las distintas tendencias futbolísticas en un colectivo que, como por encima de equipo y de individualidades, es un grupo solvente.

Las polémicas por el marco del equipo, el estilo de juego y las listas de convocados han dado paso a otro debate. Le queda por dar el salto de calidad en una gran competición. El choque de mañana se inscribe en el marco de esos encuentros de clasificación que dejan huella y que, en el caso de la selección, pueden resumirse a cuatro, dignos todos ellos de ser repasados por el capitán, el portero Antoni Zubizarreta, 116 veces internacional y punto de referencia de la selección:

31-3-1993. Dinamarca-España (1-0). Fase de clasificación para el Mundial. Zubizarreta: "El campo estaba fatal, el árbitro tampoco ayudó, Goikoechea y Guardiola se lesionaron y, encima, no tuvimos suerte, sobre todo en el remate. Pero en aquel partido Clemente comenzó a perfilar el equipo, dio a conocer sus intenciones y el grupo respondió. El marco de la selección quedó delimitado". Empezaba el debate sobre la selección de Clemente. Casi la mitad de jugadores ahora convocados participaron en el octavo partido de Clemente, que debutó el 9 de septiembre de 1992.

13-10-1993. Irlanda-España (1-3). Fase de clasificación para el Mundial 94. Zubizarreta: "Nos lo jugábamos prácticamente todo en un campo en el que hacía más de tres anos que nadie ganaba ante un rival duro y con la sensación general de que si perdíamos nos había ganado un equipo sin mucho peso específico. Fue un encuentro trascendente porque en Dublín nació el carácter que tiene el grupo. El partido transmitió buenas sensaciones y el marcador tuvo un impacto europeo. El debate pasó al juego". El reproche era que el fútbol del equipo era demasiado directo, físico, efectivo.

17-11-1993. España-Dinamarca (1 -0). Fase de clasificación para el Mundial 94. Zubizarreta: "El partido estuvo marcado por la euforia que se desató tras derrotar a Irlanda. Parecía que todo estaba hecho y nos encontramos de golpe frente a Dinamarca y jugando con uno menos, porque a mí me expulsaron. Fue uno de esos choques presididos por la épica". La actuación de Zubizarreta agrandó la polémica sobre las listas de Clemente, y al seleccionador le sirvió para incidir en que el grupo estaba por encima de los jugadores.

17-12-1994. Bélgica-España (1-4). Fase de clasificación para la Eurocopa 1996. Zubizarreta: "Nace el poderío. El encuentro nos dio solidez y un prestigio europeo. Fue la prueba palpable de que el equipo mejoraba con el tiempo. Estuvimos muy centrados, remontamos un gol y mostramos cómo doblegar a un rival que jugaba a la contra con futbolistas muy técnicos".

Llega finalmente el choque de Valencia contra Yugoslavia, el 14 de diciembre pasado en que España gana por 2-0 con un equipo que integra de lleno a la generación del 92 y ofrece una imagen solvente a base tanto de clase como de coraje. Es el día en que las listas de convocados ya no son objeto único de polémica.

"Hemos jugado ya contra todo tipo de equipos", concluye Zubizarreta, "y la selección ha pasado de dar siempre un buen tono a ofrecer un sello, una marca en Europa, un estilo".