Los obispos censuran el caso de la madre de 63 años

Los obispos católicos españoles censuraron ayer casos como el de la mujer estadounidense que se ha convertido en madre a los 63, tras recibir un óvulo de una donante más joven fertilizado en laboratorio con esperma de su propio marido, de 57 años. "La Iglesia no reconoce otro método legítimo que no sea el acto de generación en el seno de un matrimonio", dijo ayer José Sánchez, secretario general de la Conferencia Episcopal, al término de la LXVII asamblea plenaria de los obispos católicos españoles. "El Papa", añadió Sánchez, "distingue entre reproducción, término que también puede aplicarse al mundo animal, y generación, que se refiere al ser humano".Sánchez quitó hierro a la polémica de la exigencia, en algunas hojas parroquiales de Cataluña, del uso exclusivo del catalán en esa comunidad autónoma. "Es tema que va perdiendo furor", dijo Sánchez. "La Iglesia respeta la cultura e identidad de los pueblos, y fomenta el encuentro mutuo. La responsabilidad directa de -esas hojas pertenece a quien las redactó; la responsabilidad de los obispos es subsidiaria: a veces nos meten goles. En todo caso, nos parece normal que se aprenda catalán, sobre todo quienes tienen una responsabilidad social. Yo estuve de capellán en Alemania, y era elemental aprender la lengua. Pero también hay que comprender que los emigrantes no tienen a veces otro capital que su propia lengua. Por tanto, es recomendable aprender catalán, porque es una riqueza; pero a nadie se le puede exigir".

La Conferencia Episcopal hizo público un mensaje con motivo de la beatificación en el Vaticano, el domingo 4 de mayo, del gitano español Ceferino Giménez Malla El Pelé, fusilado por milicianos republicanos en Barbastro (Huesca) a los pocos días del golpe de Estado fascista que originó la guerra civil. El documento habla de "luces y sombras en la evangelización del pueblo gitano" y resalta que, al ser tratados "como destinatarios de la caridad o la acción social y no como sujetos de la evangelización" se ha generado entre los gitanos el sentimiento de ser "usuarios" de "unos servicios que la Iglesia les presta, pero no miembros vivos".

"Echamos de menos una pastoral específica para ese pueblo", dijo Sánchez, "porque con 500.000 personas no está presente en la Iglesia como debiera. La evangelización no ha sido tan consistente como para resistir el halago de otros grupos religiosos o parareligiosos". Numerosos gitanos españoles son protestantes.