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VIOLENCIA EN EL PAÍS VASCO

La 'jornada de lucha' convocada por ETA en Euskadi resultó un rotundo fracaso y apenas hubo incidentes

El borroka eguna (día de lucha) convocado para ayer por ETA no tuvo el efecto deseado por la banda. Sólo hubo dos detenidos en los escasos incidentes registrados, y otros cuatro lo fueron por negarse a identificarse. Una mujer, vecina de una concejal del PP, se quemó las manos al recoger del suelo de su casa de Portugalete un cóctel químico (fabricado con ácido sulfúrico, serrín y papel de alumino) lanzado por unos alborotadores. "Hasta el momento, ha sido un fracaso importante" para los convocantes, dijo el viceministro de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá.

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La mujer herida vive en la calle Evaristo Txurruka, puerta con puerta con la concejala del PP Lola Ciordia, cuyo domicilio era el objetivo real de los artefactos incendiarios, varios de los cuales rebotaron contra la fachada. El edificio donde reside Ciordia ya fue atacado el pasado diciembre.En Vitoria, la Ertzaintza (policía autónoma) retuvo a la integrante de la dirección de Herri Batasuna Mati Iturralde -recientemente excarcelada- por negarse a identificarse. También en la capital alavesa, un centenar de estudiantes se concentró en el centro de la ciudad.

En Bilbao, un grupo de 500 personas aproximadamente se manifestó por las principales avenidas para pedir el traslado de los presos de ETA a cárceles de Euskadi o las provincias limítrofes. Por la mañana, un grupo de padres de presos se encadenó simbólicamente en la escalinata del Ayuntamiento.

En el Casco Viejo de Bilbao también hubo concentraciones, aunque pequeñas e integradas en su mayoría por jóvenes e incluso menores. En el barrio de San Ignacio, la Ertzaintza cargó para disolver a un grupo de alborotadores, según el consejero de Interior, Juan María Atutxa. Éste aseguró que la jornada fue de "absoluta normalidad" en Euskadi.

Escaramuza en San Sebastián

La jornada de lucha no existió prácticamente en San Sebastián. Sólo a últimas horas de la noche, grupos de alborotadores -parapetados en las calles de la Parte Vieja- insultaron y arrojaron piedras a los ertzainas desplegados en el bulevar. Los agentes, que no llegaron a utilizar material antidisturbios, evitaron que los manifestantes trasladaran la algarada al resto de la ciudad.

El toma y daca duró más de una hora. Las calles estrechas de la Parte Vieja se convirtieron en una especie de laberinto sin posibilidad de escapatoria. Los manifestantes trataban de ganar el bulevar ayudados de piedras, pero todos sus intentos resultaron inútiles: los antidisturbios de la Ertzaintza tenían taponadas las calles con furgonetas y escudos de metacrilato. Ni los manifestantes lograron salir, ni los agentes mostraron interés en perseguirlos.

Los donostiarras -acostumbrados a su pesar a las barricadas y a los autobuses ardiendo- apenas se enteraron ayer de que ETA había convocado una jornada de lucha. Todo se limitó a una manifestación sin incidentes al mediodía -un millar de jóvenes vigilados discretamente por la policía- y a los pequeños incidentes de la tarde.

Todos los efectivos de la Ertzaintza, tanto de uniforme como de paisano, controlaron la ciudad durante el día. La nota más espectacular de la jornada la puso el Cuerpo Nacional de Policía, que situó una tanqueta en la plaza de Pio XII, delante de la fachada del Gobierno Civil.

A mediodía, varios cientos de personas fueron autorizadas a manifestarse en la avenida de la Libertad de San Sebastián en favor de la Alternativa democrática de ETA, después de que el dirigente de HB Joseba Permach se hiciera responsable del acto.

Sobre las ocho de la tarde, dos encapuchados fueron detenidos en la localidad guipuzcoana de Urretxu cuando lanzaban piedras y cohetes pirotécnicos. contra la Ertzaintza. Otros cuatro jóvenes, vinculados a Jarrai, fueron retenidos en Basauri y Sestao (Vizcaya) por negarse a identificarse y por enfrentarse a la policía. Los agentes disolvieron a un grupo de manifestantes que se aproximaban para impedir los arrestos.

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