1.500 razones para recordar a Eva
El silencio de más de 1.500 personas, reunidas ayer a las siete de la tarde en la plaza del Caudillo, de Algete, sirvió para recordar a la fallecida Eva Blanco Puig. Compañeros de clase, vecinos y curiosos acudieron a la concentración, convocada por el Ayuntamiento, para dar el último adiós a la joven asesinada.José Antonio Gómez Marcos -alcalde accidental porque el regidor Carlos Torquemada, del PP, se encuentra de luna de miel- leyó un comunicado desde el balcón del consistorio. El consejero de Presidencia, Jesús Pedroche, estuvo presente en el acto.
Gómez Marcos se refirió a la adolescente como "una joven llena de vida Y buena persona", que tuvo la desgracia de cruzarse el 20 de abril "con un desalmado que le quitó la vida para siempre". Tras el discurso, los manifestantes guardaron dos minutos de silencio. Acto seguido, el párroco de Algete, Angel Monterroso, que oficiará hoy a las once de la mañana la misa corpore insepulto por Eva Blanco en la iglesia del pueblo, leyó una plegaria por la adolescente.
Pedroche afirmó que el Gobierno regional está "consternado", e hizo un llamamiento a los vecinos para que colaboren en la búsqueda del asesino de la muchacha.
La plaza del Caudillo fue ayer, desde las nueve de la mañana, un constante trasiego de alumnos del instituto Gustavo Adolfo Bécquer, donde estudiaba la fallecida. Los alumnos se concentraron espontáneamente en el lugar desde primera hora de la mañana. Muchos lloraban y la mayoría se mostraba remisa a hablar con los medios de comunicación.
Para muchos compañeros de Eva, el asesino obtuvo su confianza "porque debía ser un conocido". Dudan de que sea alguien del - pueblo, pero afirman que debe conocer la zona. "La carretera donde la encontraron está medio en obras y es un sitio por donde pasa poca gente. El asesino lo sabía y me gustaría que lo pagara muy caro"., decía ayer con rabia una joven. Eva, la mayor de tres hermanas, era recordada ayer como una chica simpática y alegre, pero "discreta, tranquila y ordenada en clase", según su tutor y profesor de, Educación Física, Juan María Martín. La joven quería ser veterinaria y tenía en el aula fotos de su perro que no dejaba de enseñar.
En su curso, 1ºE, Eva destacaba por ser una chica que nunca se veía involucrada en problemas disciplinarios. Amante de la música bakalao, vestía con ropas ajustadas, y sus amigos la recuerdan con unas simpáticas trenzas "a lo Pipi". Eva tenía éxito entre los chicos de su edad. Solía frecuentar las discotecas de Algete, como Bantú, el último local donde estuvo la noche de su asesinato. Sus amigas piensan que Miguel, el chico con el que salía, "seguía siendo su novio pese a las regañinas".
Según algunas vecinas concentradas ayer en la plaza, "en Algete hay una pandilla grande de chicos que llevan navaja y se pelean con ella en los bares", lo que alarma a un sector de la población algeteña.
Respecto a los jóvenes del coche azul que molestaron a una chica esa misma tarde, las compañeras de clase dudan de que cometieran el crimen. "Las llamaron 'tías buenas' pero eso no prueba nada. Nadie grita eso en medio de un pueblo y luego asesina a una persona. Creemos que alguien la entró por el atajo que cogía para irse a casa y la obligó a meterse en un coche", aseguran dos de sus amigas.
