Con la cabeza en otro sitio

QUIQUE SETIÉNSoporífera. Los isleños se mostraron incapaces de crear situaciones de peligro, aunque fueron un poco más incisivos que su rival. Bastante menos hizo el Betis en ataque, que se encontró con un gol que no mereció. Pocas primeras partes hemos visto esta temporada tan soporífera. Demasiadas interrupciones en el juego y continuas entregas al contrario.Más intensidad. Con el resultado desfavorable el Tenerife asumió más riesgos en la segunda mitad, lo que aprovechó el Betis para salir a la contra con velocidad. El partido cobró intensidad y se produjeron las ocasiones que faltaron en la primera mitad. La dudosa decisión de Iturralde en la disputa entre Prats y Kodro, dejó a Juanele en evidencia como lanzador de penaltis.

La ausencia. El Tenerife acusó la ausencia de algunos jugadores que tienen gran influencia en el juego de su equipo y, que además aportan casi todo el ingenio y lucidez en las acciones de ataque (Felipe, Robaina, Pinilla ... ). Incluso los que estaban dieron la impresión, en ocasiones, de tener la cabeza en otro sitio. Bastó la inalterable organización bética para anular las pocas opciones de que dispuso. Seguro que se da por bien empleado si el equipo mantiene el tipo en Alemania.

En contadas ocasiones. Ni Jarni ni Finidi se prodigaron por sus bandas con la insistencia que acostumbran. Su esfuerzo se intensificó más en tareas defensivas, y sólo cuando el Tenerife se adelantó pudieron aprovechar los espacios que dejaba a su espalda para crear algún peligro. Únicamente, en contadas ocasiones. Hasta Alfonso echó en falta sus centros.

Los imponderables. Una jugada sin aparente peligro le dio a la postre la victoria al Betis en un partido que iba para 0-0. Primero la astucia de Alfonso, después la fortuna de Cañas al salir del regate y quedarse con el rebote, y por fin, la desgraciada interceptación de Jokanovic que dio con el balón en las mallas. Éstos son los imponderables del fútbol.