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Los políticos portugueses, por la despenalización de las drogas

El debate plantea la creación de un "Estado antitráfico"

El presidente de la república portuguesa, Jorge Sampaio, declaró recientemente que había llegado el momento de debatir sin prejuicios la "no prohibición" de las drogas. El segundo miembro de la jerarquía del Estado ha ido mucho más allá. El presidente de la Asamblea, Antonio Almeida Santos, propone la adopción de un acuerdo internacional para despenalizar el consumo de estupefacientes y la intervención directa del Estado en la adquisición, control y distribución de drogas a los toxicómanos.

La sugerencia de estos dos políticos ha sido positivamente aceptada por diferentes responsables políticos de todo el arco parlamentario luso. Se trata de crear el "Estado antitráfico".Durante la presentación en Lisboa del informa anual sobre la evolución del fenómeno de s drogas en la Unión Europea, Almeida Santos aprovechó la ocasión para reclamar una ofensiva decidida contra el tráfico de drogas. La muerte de una de sus hijas a causa de su consumo ha sensibilizado profundamente al, presidente del Parlamento portugués, quien no ha dudado en trasladar su batalla personal al campo político-institucional. Almeida sostiene que los estados deben alcanzar un acuerdo internacional para erradicar el comercio ilegal de drogas, en un momento en que el propio presidente de la república se ha comprometido a promover un debate nacional sobre la despenalización de las drogas blandas.

Almeida Santos defiende la adquisición de estupefacientes a nivel estatal para su "posterior distribución, en estado puro, a los poseedores de un documento de identidad como toxicómanos, con certificación médica de la droga de que dependen y la cantidad mínima que precisan". El presidente de la Asamblea está absolutamente convencido de que esta medida conduciría a resolver el problema "a través de un Estado antitráfico" que acabaría con el "traficante todopoderoso".

Almeida Santos "desconfía por completo de las vías represivas" frente a las poderosas organizaciones de narcotraficantes "cada vez más sofisticadas". Los números, a su juicio, no admiten dudas. "Cada día", dice, "aumenta el número de toxicómanos, aumentan los crímenes relacionados con el tráfico y consumo de drogas y los afectados por esta plaga están superpoblando las prisiones". A su juicio, "el tráfico está estrechamente ligado al consumo" que más tarde o más temprano tiene línea directa con los crímenes y los delitos para financiar la compra de estupefacientes. "El toxicómano", añade, "roba y mata para pagar su vicio y el suicidio, como forma de liberación, es la única alternativa que les resta".

El presidente de la Asamblea lusa sostiene que ya es hora de que sea asumido definitivamente que el "toxicómano no es un criminal sino un enfermo que necesita tratamiento médico". Un tratamiento que, en su opinión, debe ser dirigido y realizado por los responsables del Estado a través del control y la distribución de las sustancias estupefacientes, convenientemente dosificadas, a los consumidores dependientes.

Su propuesta fue bien recibida por varios responsables políticos, entre ellos Pedro Passos Coelho, del Partido Social Demócrata (PSD); Osvaldo de Castro, del Partido Socialista (PS); María José Nogueira Pinto, del Partido Popular (PP); y los líderes de las juventudes del PSD y PS, Jorge Moreira da Silva y Sergio Sousa Pinto, respectivamente. El líder parlamentario del Partido Comunista (PCP), Octavio Teixeira, declaró al diario Público que "Almeida Santos no tiene legitimidad. para asumir, como presidente de la Asamblea, posiciones sobre la despenalización de las drogas que necesitarían del apoyo de todos los grupos" , si bien reconoció que el PCP no está en contra de esa medida pero prefiere usar otro tipo de formulación jurídica.

La dirigente del PP María José Nogueira Pinto alertó sobre la necesidad de que el debate "no sea condicionado" políticamente y destacó que su discusión debe concentrarse en "una cuestión de eficacia y no de principios". Los líderes juveniles de las dos formaciones políticas mayoritarias en Portugal apoyan sin reparo la propuesta, aunque reconocen que quizá "la sociedad aún no esté preparada para ello".

Sampaio ha reconocido que "ha llegado el momento de, sin excluir la importancia creciente de la prevención y la represión, meditar sobre las experiencias realizadas por otros países", entre los que citó a Holanda. "La droga", a juicio de Sampaio, "constituye el gran desafío de nuestra civilización en los próximos años. No vale la pena eludirlo, ni pensar en compartimentos estancos, aquí la prisión, allí la prevención... La droga está en todas partes. Subvierte la actividad política, las campanas electorales, aumenta la corrupción y destruye a las familias. Requiere un tratamiento global".

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