Atrapados en el coche
Miles de coches quedaron atrapados ayer por la carrera. En Ríos Rosas, Quevedo, paseo de la Castellana y Serrano, los desesperados conductores tocaban con impaciencia la bocina. "Es inconcebible que se atasque Madrid por una carrera" decía un hombre al volante de un Mercedes. "Habría que llevarlas a otro sitio, fuera de Madrid", sugería un taxista. En algunos cruces, voluntarios y Policía Municipal eran increpados: "Haced algo. Por lo menos podían avisar de los cortes con letreros". Los organizadores contestaron: "Se han colocado una semana antes carteles en el recorrido para anunciar el trayecto".
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