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El ataque contra un líder checheno pone en la picota el diálogo con Moscú

Pilar Bonet

Las tensiones entre la república independentista de Chechenia y Moscú se han recrudecido a raíz del atentado contra el irreconciliable guerrillero Salmán Raduíev, que resultó herido en la madrugada del jueves cuando el coche en el que viajaba se topó con una carga explosiva activada a distancia, a unos 20 kilómetros de Grozni. Dos allegados de Raduíev, el coronel Said Umjáiev y el consejero militar Sultán Minéiev, acusaron a los servicios de espionaje rusos del suceso y prometieron vengarse próximamente contra una ciudad rusa.

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) calificó estas amenazas de "provocación malintencionada", dirigida contra las conversaciones de paz entre Moscú y Grozni y contra "el actual gobierno de Chechenia", y comunicó que tomaba medidas para impedir actos terroristas, según la agencia Itar-Tass.

Umjaiev, que es vicejefe de las tropas chechenas controladas por Raduíev (6.000 hombres según sus propias estimaciones), dijo que Raduíev estaba grave tras haber sido operado en Grozni y afirmó que "el atentado fue realizado por los servicios de espionaje rusos, que actúan utilizando a chechenos", según la agencia Interfax.

El curso de los acontecimientos obligó al presidente electo de Chechenia, Aslán Masjádov, a retrasar su peregrinación a la Meca. Un total de 1.000 chechenos viajan este año a La Meca por invitación del rey Fahd de Arabia Saudí. Tres aviones llenos de peregrinos han despegado ya de Grozni después de que las autoridades rusas dieran el visto bueno a estos vuelos.

La toma de rehenes

Raduíev se hizo famoso en enero de 1996 por haber protagonizado una sangrienta operación en la república de Daguestán, que comenzó con la toma de rehenes en el hospital de Kisliar y concluyó con una chapucera emboscada de las tropas federales en la localidad de Pervomáiskoe. En marzo de 1996 fue herido de gravedad en el rostro y, pocos meses después, reapareció en público tras ser operado en Alemania, según dijo el mismo. El guerrillero no ha aceptado las elecciones chechenas y sigue insistiendo en que el general Dzhojar Dudáiev está vivo. Este líder carismático era pariente político de Raduíev y fue víctima de un atentado en la noche del 21 al 22 de abril de 1996. El inminente aniversario de aquel suceso ha sido mencionado como posible fecha de una venganza de los radicales.Raduíev ha puesto en aprietos a los dirigentes chechenos y sus negociaciones con Moscú con aventuras tales como el secuestro de un grupo de agentes de intervención especial (OMON) el pasado diciembre. Sin embargo, Masjádov y sus colaboradores no han criticado públicamente hasta ahora a su compañero de armas, que tiene su feudo en el territorio de Gudermés. Por esta zona pasa el oleoducto que deberá transportar el crudo de los yacimientos azerbayanos.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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