Los peritos dictamman que Josu Zabala tenía restos de pólvora en ambas manos

El informe criminalístico ha confirmado que la bala que mató al activista de ETA Josu Zabala fue disparada "a cañón tocante" y que el cadáver presenta "residuos de disparos y partículas características, tanto en la mano derecha como en la izquierda". El casquillo de bala encontrado a unos cinco metros del cadáver fue percutido por la pistola hallada cerca de la víctima, según las Gestoras Proanmistía. Ayer, militantes de FIB colocaron carteles con la foto de Zabala el texto "PP asesino, PNV colaborador" en las oficinas de estos partidos en el Ayuntamiento de Bilbao.

El arma que causó la muerte a Zabala, en la que no se han descubierto huellas dactilares, no está relacionada con otros hechos delictivos. De acuerdo con el informe, facilitado ayer por las Gestoras Proamnistía, la búsqueda de la bala que atravesó el cuerpo de la víctima ha resultado infructuosa, pese a que la Ertzaintza ha rastreado minuciosamente la zona utilizando aparatos detectores de metales de gran precisión. Los encargados de la investigación tampoco han localizado documentos, ropas u otras pertenencias del activista de ETA cuyo cadáver fue encontrado el 27 de marzo pasado vestido únicamente con un pantalón y una camiseta en un paraje boscoso próximo a un acantilado del término municipal de Deba (Guipúzcoa).

Al juzgado de Eibar (Guipúzcoa) que investiga la muerte no ha llegado todavía el resultado de los análisis encargados al Instituto Nacional de Toxicología sobre muestras del hígado, la vesícula biliar y el contenido estomacal, así como la ropa y las manchas de barro existentes en el pantalón del fallecido.

Según las Gestoras Proamnistía, los datos del informe criminalístico no aclaran las circunstancias de la muerte ni permiten sostener la hipótesis del suicidio barajada por la Consejería de Interior.

Por otra parte, el portavoz del PNV, Joseba Egibar declaró ayer por espacio de hora y cuarto ante el juez donostiarra Justo Rodríguez que investiga la denuncia de torturas al presunto activista Fernando Elejalde. Éste fue detenido hace un mes en San Sebastián como presunto autor del asesinato de Francisco Javier Gómez Elósegui, psicólogo de la prisión de Martutene.