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1.612 personas durmieron en el metro de Atocha en los meses fríos

La estación de metro de Atocha sirvió de refugio nocturno a 1.612 personas del 27 de diciembre al 28 de febrero, fechas en que esta boca permaneció abierta como cobijo para indigentes. La apertura de esta estación del metropolitano es una de las medidas que cada año toma el Ayuntamiento de Madrid en la campaña contra el frío.Se permite pernoctar en ella hasta que, de madrugada, el metro abre sus puertas. Después, los allí resguardados, buena parte de ellos toxicómanos, sólo pueden volver a la calle o acudir al centro para drogodependientes, que se encuentra en la calle de Fúcar (Centro). Este año, la organización Solidarios para el Desarrollo repartió bollos, bebida caliente y mantas.

Asimismo, 1.077 personas se guarecieron en el Pabellón de Mayorales de la Casa de Campo, un albergue municipal con 110 plazas que abre sólo en los meses más gélidos. El 44% tenían edades comprendidas entre los 30 y los 44 años, el 86% eran hombres y el 66% españoles. En 1996 fueron 1.296 los indigentes que durmieron en este recinto.

En este descenso del número de usuarios de Mayorales puede haber influido la apertura de un nuevo refugio que funciona durante toda la noche junto al parque del Emir Mohamed I (Centro). Lo regenta la asociación Casa de los Pobres, vinculada a la madre Teresa de Calcuta y al seminario madrileño, en un local municipal con la ayuda de voluntarios. Sus 80 plazas se cubrieron al 100% durante toda la campaña del frío (del 20 de noviembre al 23 de marzo).

La ocupación de los albergues públicos y privados que funcionan durante todo el año también ha sido muy alta durante el pasado invierno. Así, el Centro de Acogida San Isidro, con 275 plazas, tuvo que instalar 316 camas adicionales de emergencia. Los principales albergues privados, el de San Juan de Dios y el de San Martín de Porres, ambos de religiosos, mantuvieron un nivel de ocupación del 90,4% y del 81,60%, respectivamente.

En Madrid hay unas 1.200 camas para cobijar a personas sin hogar, de las que unas 700 dependen de entidades religiosas.

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