Coqueteos temerarios
El fiscal general defiende su "congruencia" y ataca a los magistrados
Nadie. Ni los magistrados ni la Fiscalía querían enviar a Mario Conde a prisión. Pero mientras los magistrados decidieron no hacerlo cuando pudieron, al escribir su sentencia en el caso Argentia Trust, la Fiscalía coqueteó con la prisión, quizá para arrebatar a los magistrados su protagonismo. A la hora de la verdad, la Fiscalía se echó atrás respecto a su propia propuesta, que había llevado a los magistrados a acordar la prisión con fianza. Estos coqueteos son tanto más graves cuanto que ya en octubre de 1995 tuvieron lugar y llevaron al juez Miguel Moreiras a dictar un auto de prisión para dejarlo sin efecto horas más tarde.Ayer, el fiscal general del Estado, Juan Ortiz Úrculo, siguió defendiendo palmo por palmo su terreno. En un comunicado, Úrculo defendió la congruencia de su "posición en el asunto Mario Conde" y acusó a los magistrados del tribunal de la sala de lo Penal, sección primera, de la Audiencia Nacional de "no ajustarse a la realidad", ya que "no puede atribuirsele al Ministerio Fiscal cambio alguno en su línea de actuación".
La rivalidad entre el Ministerio Fiscal y los magistrados fue patente durante el juicio del caso Argentia Trust e inmediatamente después del mismo. Los magistrados Siro García, presidente del tribunal, Ángela Murillo y Ventura Pérez Mariño, ponente, dictaron la sentencia condenatoria de seis años de prisión para Mario Conde al día siguiente del juicio. La celeridad no fue precisamente del agrado del fiscal Ignacio Gordillo ni de la Fiscalía General del Estado. Se consideró, según fuentes consultadas por este periódico en la Fiscalía General y en la Audiencia Nacional, una decisión "apresurada".
Los magistrados, ex profeso, no dictaron con su sentencia ninguna medida cautelar para Mario Conde. Sin embargo, el viernes 21 de marzo de 1997, un día después de la sentencia, el fiscal Gordiño, con el apoyo de Ortiz Úrculo, pidieron sobre las 14.50 horas la comparecencia de Conde "a la mayor urgencia posible" a fin de plantear medidas cautelares.
Los magistrados Angela Murillo, José Ricardo de Prada y José Antonio Choclán, a tenor de lo solicitado por el fiscal, dictaron auto de prisión provisional eludible mediante una fianza de 2.000 millones. La defensa de Conde recurrió en súplica, contra la decisión.
El teniente fiscal, Eduardo Fungairiño, pidió el 31 de marzo pasado como primer punto que se "rechace el recurso de súplica y se mantenga en un todo el auto de 26.3.97", es decir, el auto de prisión con fianza de 2.000 millones.
El teniente fiscal se oponía en el primer punto, pues, a aceptar las garantías hipotecarias ofrecidas por Conde. Sin embargo, de no aceptar su propuesta el tribunal, Fuingariño manifestó que "el fiscal no se opone a la prestación de una garantía hipotecaria, ello con carácter subsidiario".
En otros términos, si no se mantenía en un todo el auto de los 2.000 millones y contrario a las garantías hipotecarias y a la ampliación de plazos, el teniente fiscal admitía esas garantías.
Si el techo era, el 31 de marzo, la prisión con fianza y el suelo las garantías hipotecarias, según las propuestas del fiscal, ayer el cambio fue de 180 grados. Lo que era el techo fue cancelado ya que el fiscal Gordillo se opuso al ingreso de Conde en prisión. Y aquello que era el suelo en la petición anterior, pasó ayer a ser el techo. Porque el fiscal Gordillo admitió como única medida de fianza la formalización de garantías hipotecarias.
Úrculo recordó ayer que el tribunal puede determinar la calidad y cantidad de la fianza y que la posición del fiscal no le vincula en ambas cosas. Sin embargo, parecía difícil que los magistrados decidieran ayer suspender el ingreso en prisión, como pedía Gordillo, y mantuvieran la fianza de 2.000 millones en metálico o aval bancario.
"Nadie quiso la prisión de Conde. Pero mientras los magistrados siempre actuaron con transparencia, desde la misma sentencia, en la que no incluyeron medidas cautelares, cuando pudieron hacerlo, el Ministerio Fiscal apostó por un protagonismo que a la hora de la verdad quedó vacío de contenido", dijo un abogado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.