Exteriores funcionara con una dirección bicéfala mientras se prolongue la enfermedad del ministro

La obligada ausencia por enfermedad durante las próximas semanas del ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, creará en la diplomacia española una bicefalia asimétrica. Ramón de Miguel, secretario de Estado de Política Exterior y para la Unión Europea, se convertirá en el primus inter pares con Fernando Villalonga, secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica. Ambos tienen definidos sus ámbitos de actuación, pero nadie duda de quién es el número dos del ministerio. La silla de Exteriores en el Consejo de Ministros permanecerá, sin embargo, vacía y, formalmente, el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos se hará cargo de la firma de los documentos.

Ramón de Miguel tiene en su agenda los temas calientes del departamento: la OTAN y la Unión Europea. Nadie ignora, sin embargo, el peso específico de Villalonga, un joven diplomático con una buena sintonía política con el palacio de la Moncloa y con un espacio de maniobra no despreciable: la cooperación exterior que, hasta el cambio propiciado por la llegada del PP al Gobierno, estaba a cargo del número dos del departamento.La lesión del ministro, cuya recuperación puede ser más rápida de lo que algunos partes médicos sugieren por prudencia, se produce en un momento especialmente delicado de la diplomacia española. Las negociaciones para la ampliación y reforma de la Unión Europea y de la OTAN, y la próxima visita a Washington del presidente del Gobierno, José María Aznar, centrarán la atención del ministerio y de la secretaría de Estado de Ramón de Miguel ya que ambos escenarios -la UE y la OTAN- figuran entre las prioridades de la política exterior española.

El esfuerzo económico que supone para España enviar un nuevo contingente militar a un país balcánico como Albania, donde los intereses directos de España son inexistentes, demuestra la voluntad de la diplomacia española por tener una presencia y una voz en los temas que preocupan a Europa. Fuentes diplomáticas indicaron que la aportación española a la misión humanitaria multinacional aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas podría ser menor de la prevista. Las primeras informaciones indicaban que España podría colaborar con unos 500 soldados, cifra que ayer se ponía en duda dado el esfuerzo económico y político que supondría para España, que ya tiene cerca de 2.000 hombres implicados en misiones intemacionales, principalmente en la ex Yugoslavia.

El escenario europeo y la Alianza Atlántica no son, sin embargo, las únicas prioridades de la diplomacia española. El apoyo a las Inversiones que las empresas españolas están realizando en Latinoamérica, aprovechando el proceso de privatizaciones de los monopolios del sector público que se registran en toda Suramérica, es otro de los ejes de actuación de la diplomacia española, a cuyo frente se encuentra Fernando Villalonga.

Mercosur -que agrupa a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- es, junto a Chile, el gran mercado que ha centrado las iniciativas de España y de la UE. En apoyo a esta política de consolidación de la presencia española en el continente, el presidente del Gobierno José María Aznar viajará en las próximas semanas a Brasil y Argentina.

Entretanto, el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, comenzó ayer a realizar los primeros movimientos y ejercicios físicos en la habitación que ocupa en un hospital de Ibiza, tres días después de haber padecido un infarto agudo de miocardio mientras estaba internado, informa .

El equipo de médicos que le atiende anunció que el próximo sábado el paciente será sometido a una primera prueba de esfuerzo para evaluar "el umbral de capacidad física" y, posteriormente, se determinará "la conducta cardiológica" que se deberá emplear. Si responde bien, Matutes puede abandonar el centro hospitalario este próximo fin de semana para iniciar un periodo de dos meses de descanso y rehabilitación.

La salud de Matutes evoluciona de manera muy positiva, según el diagnóstico de los facultativos, pero el doctor Ismael Laplaza no descartó ayer públicamente, aunque sólo como hipótesis, que si se le hallan en las exploraciones "obstrucciones significativas en su árbol coronario", Matutes deba ser intervenido y sometido a un by-pass o revascularización miocárdica.

El presidente del Gobierno José María Aznar y su antecesor, Felipe González, conversaron ayer con la esposa del ministro, Nieves Prats, y no se descarta que en las próximas horas Aznar viaje a Ibiza para visitar a Matutes.