Resucita el polémico plan municipal de gasolineras con sólo 27 estaciones nuevas
Madrid tendrá mas gasolineras, pero muchas menos de las previstas inicialmente por el Gobierno Municipal, del Partido Popular.La culpa de esta merma, superior al 60% (de 70 puntos de' venta de combustible previstos se quedan finalmente en 27), la tuvo un presunto escándalo que desbarató el alcalde, José María Álvarez del Manzano, tras recibir anónimos denunciando sospechosas componendas en torno al plan de gasolineras. Ocurrió en diciembre de 1994 cuando un grupo de multinacionales (Repsol, Campsa, Petronor, Cepsa, British Petroleum, Total, Shell y Galp) alcanzaron un acuerdo -conocido como Pacto del Race- para quedarse con el mejor bocado del pastel cocinado por el Ayuntamiento: 70 nuevas estaciones de servicio para una ciudad con 1,2 millones de vehículos. Cuando se descubrió el presunto apaño, el alcalde ordenó eliminar el concurso y aplazar la adjudicación de estaciones de servicio. En la Gerencia de Urbanismo se redactó un nuevo proyecto, con 54 estaciones, que ha sido recortado mes a mes hasta quedarse en 27. Este última previsión sobre las futuras estaciones de servicio ha sido incluida en el nuevo Plan General, con un listado donde se califican 27 parcelas para abrir otras tantas estaciones de servicio de 1.000 metros cuadrados como mínimo cada una. El plan de gasolineras entrará en vigor dentro de unas semanas, cuando la Comunidad apruebe el nuevo Plan General.
Los empresarios exigen normas más duras para abrir gasolineras en las zonas verdes
De los 27 nuevos puntos para la venta de combustible, al menos una decena corresponde a terrenos que el Plan General de 1985 ya reservaba para el negocio. Los propietarios de estos suelos solicitaron hace algunos años licencia al Ayuntamiento, que concederá definitivamente las autorizaciones tras la entrada en vigor del nuevo Plan General.Las 17 estaciones de servicio restantes serán adjudicadas por la Gerencia Municipal de Urbanismo previo concurso. En el pliego de condiciones, según los planes de las autoridades municipales, se podrá establecer un canon para que las empresas concesionarias abonen al municipio un alquiler anual del terreno y 0,50 pesetas por cada litro de combustible vendido.
A estos 27 nuevos establecimientos, todos situados fuera de la almendra central (véase gráfico), habrá que sumar en un futuro las estaciones de servicio que el Ayuntamiento autorice en los 11 polígonos situados en las afueras de Madrid que el Plan General ha recalificado para la construcción de decenas de miles de viviendas. Aún se desconoce cuántas gasolineras se autorizarán en esos nuevos barrios. "Se determinará en función del número de vecinos que vivan en ellos", explica José Ignacio Gómez Cuesta, director de la Oficina Técnica que ha elaborado el Plan General.
La Asociación de Empresarios de Gasolineras de Madrid (que representa al 95% de las estaciones de servicio de la capital) agradece este plan, aunque ha trasladado al alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, y al concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, su preocupación por el futuro de las nuevas zonas verdes, que podrían convertirse en estaciones de servicio de acuerdo a las normas urbanísticas. "Hemos pedido al alcalde que introduzca una coletilla en la normativa para que sólo se puedan establecer gasolineras en zonas verdes de propiedad pública, previo concurso, y siempre que se demuestre que existe un déficit de este tipo de instalaciones en la zona", explica Antonio Onieva, presidente de la Asociación de Empresarios de Gasolineras.
Escasez de surtidores
El plan de gasolineras que ahora ha resucitado el Ayuntamiento de Madrid nació como consecuencia de la supuesta escasez de surtidores que sufría la ciudad. La estadística que reunieron los técnicos en 1994 para justificar la propuesta demostraba la desigual situación de la capital de España respecto a las principales capitales europeas. Londres sumaba 1.800 gasolineras; Roma, 1.700; Madrid, sólo 92. La capital tiene ya 10 1 estaciones de servicio tras las licencias concedidas en los últimos años.
Conclusión: los gasolineros madrileños tenían más trabajo que el resto. Cada estación de servicio de la capital vendía 10,5 millones de litros al año; la media nacional tan sólo alcanzaba los 5,5 millones de litros; la media italiana no llegaba siquiera al millón de litros por estación y año.
Pese a estos datos, la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Madrid opina que la capital tiene este capítulo muy bien atendido. "Es la única gran ciudad de Europa que tiene magníficas estaciones de servicio en todas las grandes arterias del interior, exceptuando el eje de Gran Vía y Princesa. En Londres o en Roma, el servicio es bueno en las afueras, pero penoso en el interior", señala Antonio Onieva. "En París se ha dado la circunstancia de que, ante la inexistencia de gasolineras dentro de la ciudad, se ha optado por instalar surtidores en los aparcamientos subterráneos, con lo que aumenta el peligro y los riesgos. medioambientales".
Los empresarios madrileños no quieren llegar a esa situación. "Cada gasolinera que cierra dentro de la ciudad significa una pérdida definitiva de servicio' , explica. "Para nosotros sería muy fácil cerrar nuestras gasolineras del interior de la ciudad y con el dinero que obtuviéramos por la venta del solar abrir tres o cuatro en las afueras. Pero eso redunda en perjuicio del usuario", explica Onieva.
Los empresarios de las gasolineras madrileñas creen que el actual plan de ampliación de estaciones de servicio evita movimientos especulativos. "Nosotros plantearnos que había que tener mucho cuidado, pues dejar este sector al libre albedrío del mercado podía ser perjudicial. Hay que controlar de alguna manera la instalación de nuevas gasolineras, respetando la máxima competencia, y nos han hecho caso", explica Onieva.
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