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El Ayuntamiento de Fuenlabrada destina a inversiones cuatro de cada diez pesetas de su presupuesto municipal

El Ayuntamiento de Fuenlabrada (164.000 habitantes) ya ha hecho números para este año. Los puso el jueves sobre la mesa su concejal de Hacienda, José Ignacio Carrión (PSOE), y presentan parecido aspecto a los del ejercicio anterior: el presupuesto consolidado asciende a 18.691 millones de pesetas, apenas 700 más -un 4%- que el de 1996. La partida más cuantiosa vuelve a ser la de inversiones, con 7.710 millones (el 41% del total), mientras que las nóminas de personal se llevan el 30% o, lo que es lo mismo, 5,7 millardos.El Gobierno municipal socialista e IU aprobaron estas cuentas, y los ocho concejales del PP las rechazaron. "Aun siendo mejores que las del año pasado", matizó su portavoz, Antonio Hernández Guardia, "se podía haber bajado la presión fiscal". El impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), antigua contribución urbana, y el de vehículos se han incrementado en 3,5 puntos; el de actividades económicas tambien, aunque en el principal polígono de la ciudad, el Cobo Calleja, en pleno periodo de rehabilitación, la subida alcanza el 13,5%. Las arcas municipales se embolsarán este año 3.666 millones por impuestos directos.

Carrión reseñó como el dato más positivo que el endeudamiento de la ciudad "ronda sólo el 10%, cuando la ley permite hasta un 25%". El apoyo de IU fue total, lo que abunda en su posible incorporación al equipo de Gobierno socialista; una encuesta celebrada la semana pasada entre sus afiliados puso de relieve que el 93% apoya un eventual pacto con el PSOE.

El pleno sirvió, por lo demás, para adjudicar a las empresas asociadas Recsa y Pragma la planta de reciclaje de residuos sólidos urbanos, primera de sus características con que contará la región madrileña. Las instalaciones, para las que ya se han expropiado unos 35.000 metros cuadrados al sur de la ciudad cuentan con un apartado de clasificación de elementos reciclables como vidrios, pilas o tetra briks, y otro de tratamiento para convertir residuos en abono. El proyecto, con financiación europea, asciende a 21 millones de pesetas. La de Recsa no era la oferta más económica de las cuatro presentadas, pero sí la "incomparablemente mejor", según Medio Ambiente. Se trata de una planta cerrada, con capacidad para unas 190 toneladas diarias y con el suelo impermeabilizado para evitar la filtración de los líquidos de la fermentación de la basura, lo que sirvió para que los tres grupos políticos avalasen con su voto la operación.

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