Ocultación
Hace más de dos años compré un piso a la Fundación Cultural José Antonio de Castro. En el mismo aparecieron tantos defectos de construcción que lo hicieron inhabitable. Pero lo más grave es que mi arquitecto descubrió que, insólitamente, varias piezas del piso estaban invadidas por la caja del ascensor de la planta inferior, algo que se había ocultado en las escrituras de forma maliciosa.Después de numerosos intentos frustrados de conciliación por mi parte con dicha fundación me he visto en la inevitable necesidad de demandarla judicialmente por fraude de ley, defectos de construcción y engaño. Asimismo, he puesto el hecho en conocimiento del Ministerio de Cultura mediante escrito presentado por mi letrado, don Carlos Zapata.
Tal vez los representantes de dicha fundación no sepan que no hay mejor cultura que la de la educación y la buena fe-
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