Móstoles acoge el mayor número de inmigrantes tras la capital
Móstoles (196.500 habitantes) se ha convertido en el destino preferido de los inmigrantes que llegan a la región madrileña en busca de un trabajo. Este municipio da cobijo a más de 5.000 ciudadanos extranjeros (en su mayoría procedentes de Marruecos, Guinea y Portugal) que representan el 3% de toda la población. Con esta cifra, Móstoles es el que más ciudadanos extranjeros tiene dentro de la Comunidad de Madrid, a excepción de la capital. Se trata de los primeros datos extraídos de un estudio que comenzó en 1995 dirigido por el profesor de antropología Carlos Jiménez (también asesor del Gobierno regional en cuestiones de inmigración) y apoyado por el Ayuntamiento de Móstoles y la anterior consejería de Asuntos Sociales.Algunas conclusiones rompen tópicos, como el que relaciona a un inmigrante con un vago o un trabajador sin cualificación. "Mucha gente piensa que el extranjero es alguien que no hacía nada y que viene a seguir en las mismas", lamenta Jiménez. Sin embargo, los inmigrantes han demostrado que pueden lograr un hueco en una sociedad hostil incluso con un pequeño comercio.
El 5%, tenderos Y es que un 5% de los inmigrantes contabilizados en la localidad de Móstoles dispone de una tienda en la localidad, mientras que un 14% es profesional y el 81% restante trabaja como empleado remunerado. Pero el desempleo les azota de la misma manera que a los mostoleños, ya que la tasa de, paro oscila entre el 18% y el 24%, como la media nacional. Aquí se rompe otro tópico: las mujeres encuentran empleo más rápidamente que los hombres, al contrario de lo que ocurre con el resto (le ciudadanos de la comunidad. Con sus sueldos viven en medio de estrecheces porque una de sus obsesiones, según el estudio, es enviar su salario a las familias.
El 31% de los encuestados contribuye de esta manera al desarrollo económico de sus países. Un 80% vive con parientes o amigos próximos. Ya en la calle, los menores de 18 años (uno de cada tres hablan castellano. "Queda patente que en el 2010 Móstoles será una ciudad multicultural", sentencia Carlos Jiménez.
Los inmigrantes que están empadronados en Móstoles y los que no lo están pero atesoran su permiso de trabajo y residencia, suman 4.645. Dentro de este conjunto está Simón N., un guineano que echa ocho horas diarias transportando muebles con un compañero extremeño. Este inmigrante de 32 años da gracias todos los días por no verse en la piel de algunos a los que los racistas han apaleado. Con todo, Simón tiene una espina clavada: "Cuando mi compañero y yo subimos muebles a una vivienda, las señoras le entregan la propina a él o, si la reparten, siempre me dan menos", dice.Un 20% de los ciudadanos extranjeros pide un mejor trato, un 22% se conforma con papeles y trabajo y un 27% solicita más ayudas y acceso a un piso.
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