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Unas 20.000 familias esperan desde hace un año suelo municipal para sus pisos

Un año para revisar las ofertas de los promotores y cooperativas. La concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid convocó hace un año un concurso para vender suelo municipal en el que construir 1.020 viviendas de protección oficial (452 pisos, para familias que no ganan más de 5,5 veces el salario mínimo interprofesional, unas 366.000 pesetas) mensuales y de precio tasado (para quienes no ingresan más de 7,7 veces el mínimo, unas 513.000 pesetas). Como quiera que se han presentado unas 400 ofertas, más de 20.000 familias esperan una solución.

Las 13 parcelas que se tienen que adjudicar se encuentran en los distritos de Ciudad Lineal (en la calle de Torrelaguna) Moratalaz, Vallecas Villa, San Blas, Retiro (calle de Téllez) y Villaverde (en la Colonia Marconi). Urbanismo se embolsará un mínimo de 3.445 millones de pesetas por la venta de las parcelas.El responsable de la concejalía, Ignacio del Río, justifica la tardanza por la cantidad de documentación que hay que revisar y puntuar. Ahora por segunda vez, porque Del Río pidió hace un par de semanas a la mesa de contratación que volviese a revisar las 400 ofertas presentadas. El caso es que sólo unas 60 se tomaron en consideración para puntuarlas. "Se rechazaron muchas por incumplir parámetros urbanísticos; por ejemplo, alguna que tenía menos metros de patio interior de los obligatorios y eso es algo que se puede corregir sin problema en el proyecto definitivo", explica el edil. Del Río por mete adjudicar las parcelas la segunda semana después de Pascua. Los presidentes de Agecovi (asociación de gestores de cooperativas) y Concovi (confederación de cooperativas de vi viendas) han escrito una carta al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, en la que exponen su preocupación por este retraso y los inconvenientes que les está causando. El presidente de Concovi, Alfonso Vázquez, asegura que los socios de las cooperativas que se han presentado al concurso sufren una gran incertidumbre."Se está debilitando y desprestigiando al movimiento cooperativo; además se están produciendo gastos, como los intereses por los avales bancarios presentados, que no servirán para nada a las cooperativas que no obtengan suelo", relata. Y el de Concovi, Orencio Osuna, abunda en esas reflexiones y se muestra disconforme con la política de vivienda que lleva a cabo el Ayuntamiento de Madrid.

Hijo del escándalo

Por su parte, el concejal socialista José María de la Riva, opina que esta situación sólo puede deberse a que el PP no tiene claro cuáles son los problemas de Madrid o a que su incapacidad llega a tal nivel que tarda un año en resolver algo que no lleva más de tres o cuatro meses. Exige que se adjudique de manera inmediata el concurso.Del Río, que asume que se ha retrasado el concurso bastante tiempo, argumenta que en esta convocatoria se ha establecido un nuevo pliego de condiciones, fruto del escándalo que se produjo en octubre de 1995 en el anterior concurso de suelo municipal. En aquella ocasión la cooperativa de Comisiones Obreras, Vitra, se quedó sin una sola parcela; el portavoz socialista, Juan Barranco, denunció graves irregularidades y acusó al portavoz de IU, Paco Herrera, de connivencia con el PP; Herrera descalificó a Barranco; CC OO declaró la guerra al alcalde, pero también a IU por haber votado a favor de la adjudicación. Se creó una comisión de investigación, pero concluyó sin que se asumiesen las supuestas irregularidades.En el nuevo pliego se intentó establecer criterios más rígidos para la adjudicación. Se exigía la presentación de una lista de futuros propietarios de las viviendas (en el lenguaje técnico se llama demanda estructurada) que además debían acreditar que poseen una cuenta vivienda con dinero suficiente para cubrir el 10% del precio del piso.Los puntos adicionales por destinar algunas viviendas para jóvenes se condicionaban a que se identificasen qué jóvenes iban a ocuparlas.

Además, los promotores debían acreditar su solvencia económica con certificados bancarios (fuentes municipales afirman que, increíblemente, en la primera baremación se descalificó a importantísimas empresas por falta de solvencia).

Del Río considera que por todo esto ha aumentado mucho el volumen de papeles que los funcionarios deben revisar. Y añade que el excesivo rigor que han utilizado en la selección de las ofertas responde al escándalo que se produjo hace año y medio.

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Otra novedad que introduce el pliego es que si dos ofertas obtienen una diferencia de puntuación inferior al 10% se adjudica el suelo a la que pague más por la parcela al Ayuntamiento de Madrid.

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