Patronal y sindicatos encarrilan la reforma laboral con un pacto sobre costes del despido

Los líderes de la patronal CEOI-CEPYME y de los sindicatos UGT y CC OO lograron ayer, tras una semana de durísimas negociaciones, resolver las discrepancias sobre las causas y el coste del despido, que han atascado la reforma laboral. José María Cuevas, Manuel Otero, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez han acordado fijar en 33 días por año trabajado (con un tope de 24 mensualidades) la indemnización por despido improcedente de los nuevos contratos indefinidos, destinados a jóvenes, parados y colectivos con dificultades. También cerraron la redacción de las causas del despido objetivo. Una vez despejados esos escollos, el principio de acuerdo se puede cerrar en la primera semana de abril, y la firma definitiva, en vísperas del Primero de Mayo.

La redacción del borrador de la reforma laboral, como preveían los más pesimistas, está necesitando reuniones maratonianas. De momento se han elaborado cuatro versiones esta semana y se prevén otras tantas en los días hábiles de la Semana Santa. Aunque se les ha dado carácter de informales, en todos esos encuentros han estado presentes los máximos dirigentes de la patronal y de los sindicatos, junto a sus comisiones negociadoras.Ayer, por fin, lograron salvar el atasco en los dos puntos esenciales: causas y coste del despido. El nuevo contrato indefinido está dirigido a jóvenes entre 18 y 29 años, parados de larga duración (que lleven en esa situación más de un año), mayores de 45 años de edad, minusválidos y conversión de temporales en fijos. Para animar a los empresarios a que contraten bajo esa fórmula, se fija una indemnización por despido improcedente más barata que la de los actuales contratos indefinidos (45 días y un máximo de 42 meses). En los despidos objetivos y en los improcedentes disciplinarios, las cuantías son iguales a las de los actuales contratos indefinidos. También comparten la tutela judicial.

La definición del despido objetivo es básicamente la propuesta por los sindicatos, que el miércoles presentaron su "última oferta", tras un largo tira y afloja. En ella se dice que el empresario debe acreditar la extinción si contribuye "a superar las dificultades que impidan el buen funcionamiento de la empresa, ya sea por su posición competitiva en el mercado o por exigencias de la demanda".