Disminuidos fuimos y seremos

El cálculo de personas con movilidad reducida que ofrece la Comunidad de Madrid arroja cifras con muchos ceros. Según sus datos, viven en la región 802.000 personas que tienen su función motora limitada. A saber: 112.000 discapacitados físicos y 20.000 psíquicos de hasta 64 años y otros 42.000 de 65 a 70 primaveras. Suman además a todos los niños menores de cinco años (245.000 pequeños) y los 383.000 ancianos de más de 70,Y hay más: 12.000 personas sordas, 14.000 que ven poco o nada y 13.000 con 11 otras discapacidades comunicativas". Total: 841.000 almas que circulan por las ciudades con más penas que glorias.

Así que al 17% de la población madrileña, según esos cálculos, le interesa conseguir que las calles y los edificios dejen de ser sus enemigos. Y eso que no se han contado a las embarazadas que no se ven los pies o a los que se rompen piernas llevando una vida sanísima de deporte y aire libre.

El secretario general de la Fundación ONCE, Manuel Pereira, considera demasiado amplio ese criterio y cifra en 1,5 millones los discapacitados en sentido estricto en España (el 3,84% de la población) en virtud de una estadística del Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inserso).

De ellos, unos 800.000 son disminuidos físicos y 300.000 psíquicos. Otros 70.000 sufren parálisis cerebral; 50.000 presentan deficiencias visuales graves, y 60.000, auditivas.

La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales destina este año 9.000 millones de pesetas para diversas ayudas a personas discapacitadas, un 6% más que en el pasado ejercicio.

De ese dinero, 2.567 millones se dedican a subvenciones para asociaciones, fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro que presten servicios a personas con minusvalías.