Detenido un joven que redactó un plan para violar a una menor
Los planes de David Ismael G. M., de 18 años, para violar y raptar a una joven de 15 años en Móstoles (196.500 habitantes) se vieron frustrados el jueves. La policía le detuvo en el momento en que el joven iba a "pasar a la acción".El padre de la muchacha presentó el miércoles a la policía una carta en la que éste amenazaba de muerte a su hija si a las 14.30 del siguiente día ésta no bajaba a su portal y se ponía cara a la pared. "En caso de desobedecer las instrucciones o informar de ellas a su familia o a la policía, la muchacha moriría, así como sus padres y hermanos", explica el informe policial. La niña había recibido varias misivas desde noviembre, en las que un supuesto enamorado, con nombres y dos apellidos, le transmitía sus sentimientos. Ella contestó a una de las cartas. Sin embargo, el último mensaje tenía un remitente distinto.
" Quien verdaderamente enviaba las cartas se escondía detrás de identidades seleccionadas al azar de la guía de teléfonos", aclara la policía. Ante tal situación, los agentes decidieron vigilar los alrededores del domicilio de la menor el día y a la hora indicados en la última misiva. Sobre las 14.30 del jueves sorprendieron a David Ismael, un joven sin antecedentes, husmeando en el portal. Tras identificarle, los agentes se incautaron de objetos muy dispares: una navaja, la carta que la joven contestó, una bufanda, un par de cuadernos con anotaciones, unos radiocascos y cuatro juegos de llaves.
Malas intenciones
Ya en comisaría revisaron las notas del detenido, que revelaban sus calculadas intenciones. David Ismael pensaba abordar a la menor y taparle la cara con la bufanda. Acto seguido tenía previsto colocar los radiocascos a su víctima, en los que una voz distorsionada le iría indicando el camino hacia un piso de la calle de Azorín, en el municipio. Una vez en su destino, la joven debía abrir el portal y la vivienda indicados, según las pegatinas de las llaves que previamente el presunto agresor le entregaría.Las minuciosas anotaciones descubrieron la segunda parte del proyecto, en la que el detenido pretendía desnudar a la menor -ya dentro del piso- para colocarle prendas íntimas y tomar algunas fotos. Por último, consumaría la violación y abandonaría a la muchacha, atándola a un árbol.
Tras la lectura de los cuadernos, los agentes registraron el piso de la calle de Azorín, que, aunque estaba deshabitado, es propiedad de la familia de David Ismael. En él "había bodies, bragas, sujetadores y medias de varios colores, así como una caja de preservativos, un estuche de maquillaje y dos rollos de cuerda". Este material iba a servir al detenido para "recrear" ciertas fantasías antes de consumar la violación. David y la víctima eran compañeros de instituto.
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