VIVA LA DIFERENCIA.
Madrid está llena de inmigrantes, unos acaban de llegar y otros son hijos y nietos de los que llegaron antes. Todos somos diferentes, y ahí radica la riqueza que hace crecer la ciudad como un caleidoscopio infinito. Pero el racismo pervive como una ideología astuta tras las mentes más abiertas. Éstas son algunas de las cosas que se pueden aprender en la exposición La ciudad de la diferencia, un recorrido lúdico que descubre las maravillas de ser distintos. Desde ayer se puede ver en el Museo de la Ciudad. En la foto, un visitante observa un montaje fotográfico.
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