Consejos de expertos europeos para las embarazadas drogadictas
Sida, hepatitis, problemas psiquiátricos, malformaciones... Las consecuencias de las toxicomanías sobre las mujeres embarazadas y sus bebés hacen necesario el desarrollo de un plan de lucha, según una cuarentena de expertos europeos reunidos la pasada semana en Estrasburgo (Francia) por el grupo Pompidou del Consejo de Europa.Este grupo, especializado en cooperación internacional en tráfico de estupefacientes, intenta sacar a la luz el problema de las toxicomanías durante el embarazo y la insuficiente formación médica para afrontarlo. Según Françoise Facy, director de investigación del Instituto Nacional de la Salud en París, alrededor de 200 embarazadas son tratadas en Francia cada año con programas sustitutivos de metadona. Unos dos tercios de las heroinómanas embarazadas están infectadas también por hepatitis y un 20% por sida.
En Alemania se calcula que tienen hijos unos 30.000 toxicómanos y sólo en la ciudad de Hamburgo se estiman unos 3.000 padres heroinómanos. Según Loretta Finnegan, directora de la organización Women's Health de EE UU, cada año nacen en este país 1.600 bebés seropositivos y 500.000 prematuros de padres toxicómanos. Unos 33.000 nacen con síndrome alcohólico-fetal y 61.000 con bajo peso relacionado con el tabaquismo de la madre.
El doctor danés May Olofsson, explicó en Estrasburgo, que estos niños están expuestos a riesgos biológicos y sociales como la muerte fetal, carencia afectiva y malos tratos.
Los expertos han elaborado una lista con 75 recomendaciones que cubren desde la necesidad de elaborar estadísticas, hasta las terapias de sustitución de drogas duras, la prestación de servicios y la asistencia social, sanitaria y cultural a padres y niños. Las recomendaciones prevén casos en los que se deberá recomendar el aborto a estas madres adictas.
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