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Cinco jóvenes dan una brutal paliza a un niño en su casa por un botín de 6.000 pesetas

La policía ha detenido a cinco jóvenes de entre 19 y 120 años como supuestos autores de la brutal paliza que sufrió la semana pasada un niño de 11 años en el barrio de Juan de la Cierva, en Getafe (143.000 habitantes). Según la policía, los agresores capturaron al pequeño cuando salía de su portal en dirección al colegio, le obligaron a subir de nuevo a su domicilio, y allí mismo le agredieron con inusitada violencia.El crío quedó tirado en el suelo, solo y malherido, mientras los jóvenes huían con un botín de 6.000 pesetas en metálico. La víctima, con heridas de gravedad, fue ingresada en el Hospital Universitario de Getafe, donde permaneció cuatro días.Los detenidos son Manuel R. H. y Manuel José S. M., ambos de 19 años, así como Carlos G. T. G., Juan Julián S. A. y Raúl N. C., todos de 20. Uno de los arrestados es primo del detenido. Ninguno tiene antecedentes penales.

El comisario de Getafe, Felipe Nieto, barajaba ayer la hipótesis de que la presunta detención ilegal del menor y el posterior allanamiento de morada tuvieran un móvil exclusivamente económico. "Los padres del pequeño ocupan en este momento la presidencia de la comunidad de vecinos. Tiene su lógica que los agresores pensaran que guardaban en el domicilio el dinero de los recibos y quisieran hacerse con él", relató.

Los hechos se remontan a las 8.30 del pasado 28 de febrero. La víctima se disponía, como todos los días, a salir de su portal en dirección al colegio, al que acude solo, porque sus padres entran a trabajar a hora temprana. Ese viernes, sin embargo, el chiquillo no pudo asistir a una sola de sus clases: nada más abrir la puerta de la calle, se abalanzaron sobre él, le taparon la boca para que no gritara y le ordenaron que volviera a subir a su domicilio.

Una vez dentro, los agresores se dirigieron a la caja de caudales. Sólo encontraron 6.000 pesetas. "Probablemente frustrados por la escasa magnitud del golpe y molestos ante la resistencia del niño, los asaltantes se cebaron con él y le golpearon con mucha fuerza", apuntó el comisario getafense.

El juez ordena el ingreso en prisión preventiva de dos agresores del niño

El caso ha pasado a manos del Juzgado de Instrucción número 4 de Getafe. Su titular decidió esta semana conformarse con el testimonio inicial de la víctima a la. policía y no llamarle a declarar "para no hacerle revivir de nuevo los hechos" y evitarle de esta manera un mal trago. Dos de los cinco implicados han ingresado en prisión, otros dos han quedado en libertad provisional y el último de ellos pasa a disposición del juez esta misma mañana.El parte médico emitido por el centro hospitalario de la localidad afirma que el niño, de 11 años, sufría golpes, contusiones múltiples y hematomas por la práctica totalidad de la superficie corporal. El muchacho permaneció ingresado hasta el pasado martes para reponerse de sus lesiones. De lo que no ha acabado de recuperarse todavía, relatan quienes le han visto, es del tremendo mazazo emocional de verse secuestrado y apaleado.

El que un agresor portase un teléfono móvil fue un factor determinante para la policía a la hora de iniciar las pesquisas. En el forcejeo con el pequeño, el aparato cayó al suelo y quedó debajo de un sofá. Su dueño no se dio cuenta de- la pérdida. Cuando la policía registró la vivienda, lo descubrió. Ésta fue la pista que condujo hasta los detenidos.

Desconcierto policial

Algunos agentes se confesaron desconcertados con la circunstancia de que un joven de 20 años que planea robar una caja de caudales en el interior de un domicilio particular llevara un móvil encima.

"Lo que parece claro", agregó el comisario local, "es que los jóvenes sabían a lo que iban y dónde se encontraba la caja en el interior de la casa". El que entre los agresores figure un familiar del crío explica, a juicio de la policía, por qué los jóvenes conocían las circunstancias personales del niño; entre ellas, que se iba solo, todas las mañanas, a la escuela.

Pese a que la motivación económica se perfila como la más plausible para explicar lo sucedido aún no pueden descartarse otras posibilidades. Un inspector de la ciudad que ha seguido de cerca las investigaciones mostró ayer su "convencimiento personal" de que los ahora detenidos dieron la tunda al niño durante el desarrollo de uno de los llamados juegos de rol "El que los asaltantes se ensañaran sin motivo con el crío, apenas sustrajeran nada de la vivienda y carecieran de antecedentes policiales hace sospechar que esto es cosa de un juego y no de unos chorizos", razonó.

El barrio de Juan de la Cierva es una zona obrera. Edificado en plena eclosión urbanística de los sesenta y con más de 25.000 habitantes, siempre ha destacado como punto de ebullición social y reivindicativa. Es una de las barriadas más conflictivas en materia de seguridad.

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