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300 funcionarios municipales de Vigo revientan el pleno de los presupuestos

El ruidoso alboroto de unos 300 funcionarios del Ayuntamiento de Vigo, que intentaban impedir la aprobación de los presupuestos municipales por reivindicaciones de su convenio, derivó ayer en una violenta secuencia de insultos, Forcejeos y destrozos en la corporación. El portavoz socialista y ex alcalde, Carlos Príncipe, destacó que los incidentes demuestran "el desgobierno en la ciudad". A su vez, al actual regidor, Manuel Pérez, del Partido Popular, los atribuyó a "unos vándalos que deberán responder judicialmente por sus acciones". Pérez anunció que adoptará medidas disciplinarias y que estudia informar al fiscal.Los hechos comenzaron a las 9.30, la hora prevista para el pleno. Funcionarios provenientes de una asamblea habían tomado la sala y, armados de silbatos y dando golpes sobre mesas y sillas, impidieron que se iniciase. Pérez intentó celebrarlo en otra, la de comisiones, pero los golpes en las puertas y el barullo obligaron a suspenderlo.

Pérez aceptó entonces recibir a los representantes sindicales y les propuso negociar con ellos el lunes. Mientras los sindicalistas se disponían a debatir esta oferta, el alcalde consideró restablecido el orden y aseguró demostrada "la confianza del comité en el Gobierno de la ciudad". Pero la asamblea de los empleados no aceptó su propuesta "por falta de compromisos firmados". Así, los funcionarios volvieron a asaltar la sala de plenos, a la que se habían reincorporado los concejales, y reventaron de nuevo la sesión.

Los ediles se desperdigaron por el edificio hasta ser convocados de nuevo, en secreto, para celebrar la reunión a puerta cerrada en dependencias de la alcaldía. Pero los miembros del BNG se negaron a asistir "para no crear un precedente, ya que la ley obliga a que estas sesiones sean públicas".

Los concejales del PP y del PSOE sin embargo, se reunieron subrepticiamente y en un ambiente de gran tensión. La maniobra no pasó inadvertida para los manifestantes, que volvieron ruidosamente a la carga profiriendo insultos y amenazas, rompiendo puertas y jarrones y cortando la luz. Pese a todo, los presupuestos fueron aprobados.La revisión del convenioEl conflicto parte de la revisión del convenio. En noviembre, el PP, que cuenta con mayoría absoluta, la negoció con el comité de personal acordándose, entre otras cosas, un incremento lineal de 5.000 pesetas para los 1.275 funcionarios de la plantilla. La posterior congelación salarial decretada por el Gobierno imposibilitó su aplicación.

Los sindicatos han venido reclamando desde entonces que los efectos económicos del convenio, unos 220 millones, se aplica ran en cualquier caso al capítulo de personal en los presupuestos; es decir, a promoción interna de los funcionarios y a oferta de empleo. Pero el Gobierno municipal ha destinado tales partidas a inversiones diversas.

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