El presidente de Albania abre una tregua de 48 horas en la ofensiva militar en el sur
ENVIADO ESPECIAL En lo que parece un primer peldaño hacia un desenlace pacífico de la vertiginosa crisis albanesa, el presidente Sali Berisha, de acuerdo con los dirigentes de los principales partidos políticos, ha acordado la suspensión por 48 horas de las operaciones militares contra las ciudades rebeldes en el sur. Berisha se compromete a amnistiar a todos aquellos ciudadanos que no hayan cometido crímenes en la situación actual de revuelta y que entreguen sus armas en los próximos dos días, a contar desde las seis de la mañana de hoy. El compromiso entre el acosado jefe del Estado y los partidos, desde los ex comunistas hasta los de centro, coincide con informaciones sobre una escalada de la revuelta popular. Pasa a la página 3
El presidente pactará un nuevo primer ministro
Viene de la primera página
Informaciones llegadas desde la ciudad de Gjirokaster hablan de nuevos focos de tensión en Tepelene, Memaliaj e Himare, localidades todas al sureste de Valona, en las cercanías de la frontera griega.
Otros puntos significativos del acuerdo entre Berisha y sus oponentes, que se mostraban anoche esperanzados, fijan el restablecimiento, sin fecha, del orden constitucional suprimido por el estado de emergencia decretado el domingo pasado; el comienzo de consultas presidenciales con todos los partidos para la designación de un nuevo primer ministro pactado, y la formación de una comisión de expertos interpartidista que investigue los planes de inversión piramidales que han arruinado a una buena parte de los albaneses y cuyo desplome fraudulento está en el origen de la revuelta social que sacude al país.
Sometido a una presión internacional muy intensa, Berisha, tras hablar ayer telefónicamente con Franz Vranitzy, ha dado finalmente luz verde a la visita a Albania, que rechazó el miércoles, de una misión mediadora de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) presidida por el ex canciller austriaco. Una iniciativa similar en casi todo a la protagonizada por la OSCE en Serbia en diciembre, encabezada por Felipe González. El Consejo de Europa, organización a la que pertenece Albania desde 1995, también envió ayer a un grupo de sus representantes a Tirana. El Consejo, que bendijo las fraudulentas elecciones legislativas de mayo pasado, es una especie de antesala de la Unión Europea que reparte con manga muy ancha (Croacia, Albania) credenciales democráticas en Europa oriental.Fatos Lubonja, uno de los líderes de la oposición, criticó anoche la ausencia en el compromiso de Berisha de referencias explícitas a la convocatoria de elecciones generales anticipadas y la formación inmediata de un Gobierno de técnicos de base lo más amplia posible, dos de las exigencias fundamentales de los partidos. Lubonja, un ex disidente que ha pasado 17 años en la cárcel, se preguntaba también a quién y cómo iban a entregar las armas los sublevados de Valona o Saranda, ciudades donde no hay vestigio visible de la autoridad del Estado.
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