El presidente de la Diputación de Zamora dice que el PP tiene varias contabilidades

El presidente de la Diputación de Zamora, Antolín Martín, suspendido de militancia y con un expediente de expulsión del PP, apuntó ayer la existencia de más de una contabilidad en ese partido, como réplica a la acusación de sus ex compañeros de que él debe 340.000 pesetas en cuotas no satisfechas. Martín justificó ese ataque como fruto del nerviosismo de los populares zamoranos y de su presidente, Dionisio García Carnero."El señor Carnero está muy nervioso y fruto de ese nerviosismo, presuntamente, ha debido de mirar la doble, triple o cuádruple contabilidad del partido y por eso no le salen las cuentas", dijo Martín. Añadió Martín que García Carnero "va a ponerse aún más nervioso a medida que vayamos investigando la presunta trama de corrupción", en referencia a las acusaciones que investiga el fiscal de Zamora sobre cobro de comisiones a constructores por la adjudicación, de obras de la Diputación. Unas comisiones presuntamente reclamadas por ex dirigentes del PP.

En opinión de Antolín Martín, el único daño que. está sufriendo la imagen del PP y sus líderes es la provocada por quienes "han estado cometiendo toda clase dé corrupciones y convirtiendo la Diputación, presuntamente, en una cueva de Alí Babá".

Antolín Martín precisó que no ha vuelto a ser llamado por el fiscal de Zamora, pero señaló que le parece bien la posibilidad de intervención en el caso del fiscal anticorrupción, tal como ha sugerido el PSOE, porque "todo lo que pueda aclarar lo ocurrido aquí es muy importante".

Martín se considera "totalmente legitimado" para seguir en la presidencia de la Diputación y no se define como tránsfuga. En este punto arremetió contra Juan José Lucas, el presidente del PP de Castilla y León (hasta ahora su valedor personal), que le ha aplicado el calificativo de "delincuente común" por no abandonar su cargo una vez expedientado por el PP.

Antolín Martín atribuye tal apreciación a una "traición del subconsciente" de Lucas, ya que cree que "a lo mejor se quería referir a José Luis Antorrena", el ex diputado socialista cuya presunta compra de voto permitió gobernar la Diputación al Partido Popular P entre 1987 y 1991.