El Real Madrid arrolla al Wroclaw en la vida

El mérito corresponde al sorteo y al bombo debe ir dirigido el agradecimiento de los aficionados. Decidió el azar que el primer partido de cuartos de final se jugara en Madrid y, por fin, el líder de la ACB reservó la mejor cara para su afición. Durante la fase preliminar y en las anteriores eliminatorias, ante el Hagen y el ASK Riga, todo lo resolvía el Madrid lejos, limitando los del Palacio a partidos de trámite en los que simplemente cumplía el expediente o, a veces, ni eso: como cuando perdió el choque de vuelta contra el campeón letón, 84-88, después de haber ganado en el Báltico por 15 puntosLa historia que ayer hubo de escribir el Real era diferente. Se trataba de dejar resuelto el cruce en Madrid para viajar a Polonia sin riesgo de sufrir el más mínimo sobresalto. El Madrid se aplicó a máximo desde el primer minuto y la lógica más aplastante reinó en el Palacio en forma de abrumadora superioridad blanca sobre el Slask Wroclaw. El trabajo de desgaste comenzaba en la intimidación de Morales debajo del tablero madridista y seguía con todo lo demás la rapidez de los bases creando, los lanzamientos exteriores de los aleros, la inspiración de Bodiroga, la fortaleza de Arlauckas y Orenga y el juego total de Smith.

Todo sucedía, además, a ritmo vertiginoso, en el que tan cómodo se siente el Madrid. Ayudó el campeón polaco, integrado por jugadores de impronunciable apellido jugando un indescifrable juego. Total, que los de Obradovic tenían el partido ganado en el minuto 6 (23-8) y la eliminatoria resuelta en el 14 (36-16).

Fue una suma elemental la que hicieron los madridistas: concentración más calidad, igual a paliza. Así que esta eliminatoria, en términos pragmáticos, Murió al llegar al primer cuarto (53-29 en el descanso). El Racing París (venció 72-92 al Ankara a domicilio) ya tiene rival en semifinales, pero, por favor, que el partido de ida se dispute en Madrid. ,