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Aprobado un plan para acabar con el desajuste del mapa policial de la capital

Jan Martínez Ahrens

El distrito municipal de Latina corresponde a la comisaría de Los Cármenes, pero no a la comisaría de Latina, que, sin embargo, controla parte de los distritos de Moncloa, Arganzuela y Centro, aunque este último distrito esté también en manos de las comisarías de Retiro, Arganzuela y Centro. Éste es un ejemplo del galimatías que, ayer, convocó alrededor de un misma mesa al delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades; al presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón; al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y al jefe superior de Policía, Carlos Corrales Bueno. En la cumbre institucional los dirigentes de las tres administraciones sacaron el compás y acordaron un plan para conseguir que la demarcación de las comisarías de la capital (18 en la actualidad) se adapte a los distritos municipales (21).Se trata de acabar -bajo la idea de un distrito, una comisaría- con un rompecabezas originado no sólo por el desajuste numérico, sino también por el hecho de que, como relata un informe de la Jefatura Superior de Policía, "prácticamente ningún distrito policial coincide de forma exacta con los municipales".

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"De este modo, lo que ocurre es que un concejal, para tratar de la seguridad de su distrito, ha de reunirse con tres comisarios, y eso no es funcional. Tampoco lo es que las comisarías no tengan el mismo nombre que sus distritos o que los policías nacionales que patrullan una zona no coincidan con los agentes municipales que controlan la misma zona. Esto hay que cambiarlo, y por eso, cumpliendo una vieja aspiración de la Jefatura Superior de Policía, nos hemos reunido", afirmó el delegado gubernamental. "La adaptación servirá para mejorar la coordinación entre Policía Municipal y Nacional y dotará de unidad a los consejos de seguridad de distrito", añadió.

El plan prevé cerrar la comisaría de Latina y erigir otras nuevas en Usera y Hortaleza

El primer paso de este proyecto, cuya elaboración final ha quedado a cargo de una comisión técnica que ofrecerá en el plazo de un mes sus resultados, consiste en cerrar la comisaría de Latina, un centro ubicado en la calle del Fomento (Centro) y calificado de "artificial" por los expertos policiales. "Está formada por trozos de otros distritos, pero carece de entidad propia. De hecho, el distrito policial de Los Cármenes ya comprende la demarcación municipal de Latina", indicó un comisario que ha participado en el nuevo diseño.Tras las desaparición de Latina, permanecerían abiertas 17 comisarías. Para igualarlas al número de distritos, se crearían cuatro nuevas, dos de ellas con carácter urgente. Se trataría de la comisaría de Usera, desdoblada de la actual de Villaverde, y la de Hortaleza, segregada de la de Chamartín (que con tres distritos municipales y más de 600.00 vecinos a su cargo, es la mayor de Europa).

"Las otras dos futuras dependencias policiales pueden esperar más porque se trata de zonas con menos habitantes; en Barajas hay 35.200 vecinos y en Vicálvaro 40.700", indicó un responsable policial.

Para hacer posible la creación de las dos comisarías de urgencia (Usera y Hortaleza), el presidente autonómico se comprometió ayer a ceder locales procedentes de promociones del Ivima o bien a construir, mediante la Consejería de Obras Públicas, edificios sobre solares que hayan sido cedidos a la Delegación del Gobierno. "Es un esfuerzo por conseguir una ciudad más segura, un objetivo que es responsabilidad de todos", afirmó Ruiz-Gallardón.

El cierre de la comisaría de Latina constituye una vieja aspiración policial. En el verano de 1995, la dirección de la policía madrileña intentó que sus dependencias -que en su día llegaron a albergar a la propia Jefatura Superior- fuesen absorbidas por la vieja comisaría de Centro. Los vecinos, temerosos de ver disminuir la presencia policial, se negaron y se entrevistaron con la entonces secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, quien les dio la razón y echó por tierra el primer intento de reforma del mapa policial.

"Ahora tenemos que volver a intentarlo. El plan de adaptación ha de empezar por el centro, hay que avanzar de forma centrípeta hasta completar el nuevo mapa", indicó uno de los cerebros del proyecto.

Además de intentar resolver el problema de Latina y Centro, o de estrenar comisarías en Usera, Barajas, Hortaleza y Vicálvaro , el plan pretende recomponer los territorios del resto de dependencias policiales hasta ajustarlos a la división municipal. "Existen otros distritos cuya coincidencia en un todo no aportaría problemas de ubicación; tal es el caso de la comisaría de Estrella, que acoge todo Moratalaz (municipal); Usera, que absorbe íntegros a Usera y Villaverde (municipales), y Ventas, que comprende casi al 80% de Ciudad Lineal", indica el informe policial.

Otra arista a limar sería, según fuentes policiales, la pertenencia de El Pardo a la Guardia Civil. Esta situación (que procede de la época en la que esta zona constituía un pueblo, condición que perdió en 1952) ha sido calificada de "anacrónica" por la Jefatura Superior de Policía, que apuesta por su inclusión en el área de control de la comisaría de Fuencarral.

La reforma policial será reforzada con los denominados consejos de seguridad de distrito. "A diferencia de las juntas de seguridad, que son eminentemente técnicas, en los consejos participan los representantes vecinales y de los comerciantes, y exponen sus puntos de vista ante el concejal, los portavoces de la oposición, el comisario y el jefe de la Policía Municipal", señaló el delegado del Gobierno.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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