Ciu lamenta que el Gobierno se meta en "guerras estériles" y no les consulte

Los primeros seis meses de pacto entre CiU y el Partido Popular (PP) fueron bien, pero luego el Gobierno se ha enzarzado en "guerras estériles" y ha tomado decisiones sin consultar con sus socios, afirmó ayer en Barcelona el portavoz del grupo parlamentario de los nacionalistas catalanes, Joaquim Molins. "A veces cree tener más fuerza de la que tiene", dijo. Molins pasó revista a los compromisos contraídos por UU durante la última campaña electoral e insistió en que ayer se cumplió un año de las elecciones, no del Gobierno", que tardó dos meses en constituirse.

Molins dividió ayer la relación de CiU con el Gobierno del PP en dos apartados: lo incluido en el pacto y lo no previsto. Respecto a lo primero, CiU no tiene queja. Tras los resultados del 3 de marzo de 1996, los nacionalistas consiguieron que el PP tuviera que dejar de hacer lo que anunciaba para comprometerse con una serie de medidas. pactadas con los nacionalistas, explicó el portavoz de CiU. Y lo que tiene que ver con lo escrito está solucionado o en vías de solución.

El segundo apartado es el de actuaciones del PP no incluidas en un pacto "que no puede preverlo todo". Ahí la satisfacción de CiU oscila entre ser escasa y nula. Por ejemplo, en materia de lengua, inversiones del Estado en Cataluña y financiación de la sanidad, CiU "no está nada satisfecha" y espera rectificaciones de los populares en un periodo breve.

Molins precisó que en materia de lengua el "balance no es suficientemente satisfactorio ya que todavía queda pendiente la publicación de las leyes en el BOE en todas las lenguas oficiales, el reconocimiento de la unidad de la lengua catalana y un nuevo planteamiento de las normas de etiquetado que sea plenamente conforme con la existencia de diferentes lenguas oficiales en el territorio".

En cuanto a los recursos económicos, el portavoz nacionalista manifestó: "CiU ha conseguido la cesión del 30% del IRPF sin topes, que supondrá para 1997, 11.377 millones de pesetas. Además, en los presupuestos de 1997 se han conseguido 32.105 millones más para los servicios específicos cedidos a Cataluña". En su opinión, en el año 2001 estas cifras representarán 86.470 millones de pesetas en concepto de IRPF y 43.228 millones en concepto de servicios específicos cedidos a Cataluña. También recordó que se han conseguido 15.000 millones más destinados a Sanidad para 1997, que se elevarán a 60.000 millones el año próximo y alcanzarán los 75.000 millones en el 2001. Todos estos recursos supondrán un incremento de 205.000 millones anuales más para el 2001.

A pesar de todo, Molins manifestó que no están satisfechos con este incremento de los recursos y recordó que para alcanzar los 250.000 comprometidos era necesario que el Estado aumentase las inversiones en Cataluña.

A los nacionalistas tampoco les han gustado algunas iniciativas del Gobierno tomadas en los últimos meses. Molins se refería implícitamente a la intervención gubernamental en la plataforma digital, a su actitud ante el fútbol televisado y a la denuncia de una supuesta amnistía fiscal del anterior Gobierno. Tras explicar que los socios deben ser consultados, dijo que tiene la impresión de que el Gobierno olvida a veces que necesita los votos de CiU para aprobar las cosas. "Da la sensación de que cree tener más fuerza de la que tiene. Lo lógico sería que comentara con nosotros lo que piensa hacer si luego necesita los votos para obtener mayoría", precisó.

Molins reprochó al Gabinete que preside Aznar que tome decisiones equivocadas, con las que CiU no está de acuerdo. "El Gobierno tiene la obligación de mantener el espíritu tranquilo y no crispar la situación, porque la crispación no conviene ni al país ni al Gobierno, digan lo que digan las encuestas", afirmó.

El dirigente nacionalista manifestó su satisfacción porque se está cumpliendo a buen ritmo el objetivo de crear 300.000 nuevos empleos en Cataluña durante la legislatura. En este sentido precisó que "se ha cumplido este objetivo durante el primer año, ya que son más de 75.000 puestos de trabajo creados en Cataluña durante este periodo" (que supondrían un total de 300.000 al final de la legislatura). Molins se refirió a la necesidad de poner en marcha nuevas medidas fiscales para imprimir un nuevo impulso a la economía productiva. Entre estas nuevas medidas citó la aplicación de una nueva deducción para las inversiones en medio ambiente, la reducción de la fiscalidad de las pymes en el impuesto de sociedades y en el IRPF, y la prórroga de medidas de impulso al empleo.