_
_
_
_

El Gobierno de Bélgica llevará a Renault a los tribunales por cerrar una fábrica

El Gobierno federal belga y el ejecutivo autónomo de Flandes anunciaron ayer que denunciarán ante los tribunales el cierre de la factoría de Renault en Vilvoorde, una villa flamenca de la periferia norte de Bruselas. Acusan a la multinacional francesa de no haber respetado la normativa sobre despidos. El cierre de la factoría belga es para Renault sólo el principio de un plan para reducir su plantilla.

El diario económico parisino Les Echos publicó ayer que el mayor constructor automovilístico francés se apresta a despedir en Francia más de 3.000 trabajadores, casi tantos como en Bélgica. La información no fue desmentida.El primer ministro belga, Jean-Luc Dehaene, ha emplazado a la Comisión Europea para que investigue si Renault ha cumplido la normativa comunitaria al ordenar de un día para otro el cierre de Vilvoorde, con la consiguiente pérdida de 3.200 empleos directos y otros tantos indirectos. Dehaene insta a Bruselas a establecer unas reglas claras y serias que regulen el traslado de producción industrial de un país a otro.

El cierre de Vilvoorde sigue provocando indignación en Bélgica, donde todos los medios coinciden en criticar presuntas motivaciones políticas de la decisión, con el objetivo de mantener el empleo de la multinacional en su país de origen, Francia.

Más de 4.000 manifestantes bloquearon ayer durante toda la mañana el barrio de las instituciones europeas de Bruselas con una manifestación en contra del cierre de Vilvoorde. Entre los manifestantes figuraban también obreros de las Forjas de Clabecq, una siderúrgica valoña abocada a la quiebra después de que la Comisión Europea declarara ilegales gran parte de las ayudas: públicas que había recibido en los últimos años.

Menos plantilla

Mientras, en París, el mismo diario que adelantó las multimillonarias pérdidas de Renault el año pasado revelaba un plan para reducir otros 3.000 empleos, pero esta vez en Francia. Las dos grandes empresas automovilísticas francesas, Renault y PSA (Peugeot-Citroën) habían pedido el año pasado al Gobierno que les permitiera prejubilar a 45.000 empleados.

Tras la negativa gubernamental, conocida el miércoles pasado, tanto Renault como PSA intentarán desprenderse por otras vías de los 25.000 y 20.000 trabajadores, respectivamente, que las direcciones consideran sobrantes.

Renault está en horas bajas. Las ventas de automóviles cayeron en el mercado francés un 24,5%, en febrero respecto al mismo mes del año anterior, después de un fuerte retroceso en enero. Los franceses compran menos coches que nunca y, además, tienden a preferir modelos alemanes o asiáticos.

Louis Schweitzer, el presidente de Renault, aplicará una terapia de choque. A fin de mes presentará los resultados de 1996, con unas pérdidas cercanas a 5.500 millones de francos (unos 135.000 millones de pesetas). Casi la mitad son provisiones para costear despidos.

El cierre de la factoría belga costará 2.400 millones de francos (más de 55.000 millones de pesetas). Renault espera que la reducción de plantilla y el éxito del nuevo modelo Scénic le permitirán volver a beneficios en 1998.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_