Contradicciones de un acusado togado

Mario Conde volvió a desestimar ayer como una "simplificación periodística" las insinuaciones de pagos al PSOE realizadas por un periódico próximo a sus intereses. Fuentes cercanas al ex presidente de Banesto, en efecto, difundieron esa versión a través de El Mundo el 9 de abril de 1994, tras conocer una información publicada por EL PAÍS el jueves 7 de abril de 1994 sobre el pago de 600 millones a Argentia Trust por trabajos relacionados con la Corporación Industrial. El 27 de junio de 1994, en una entrevista al mismo periódico, Conde dijo: "Había que vencer el clima político creado por Solchaga contrario a la concesión de exenciones fiscales a la Corporación. Nosotros necesitábamos asesoramiento, pagamos los 600 millones y conseguimos las exenciones". Esta simplificación, para utilizar su expresión, tuvo en todo caso un instigador: Mario Conde.El ex banquero siempre dijo que había informado a la ejecutiva de Banesto sobre el pago de los 600 millones y que debía figurar en el acta. Una vez que se ha verificado que en el acta del 10 de julio de 1990 y posteriores no existe referencia alguna, Conde ayer encontró un nuevo argumento: "No todo lo que se informaba en la comisión ejecutiva se llevaba al acta". El ex consejero delegado de Banesto, Juan Belloso, ha declarado en este caso que no es así: "Estuve presente en la comisión ejecutiva del 10 de julio de 1990 y no recuerdo que en esa reunión y en ninguna otra se tratara el tema del pago de la citada factura". Belloso también declaró que fue Conde quien habló con Javier Abad, director general de Banesto, sobre la factura. "Yo le dije que le enviara directamente la factura a Javier Abad. No hubiera tenido inconveniente en entregarla, pero como lo hizo el señor Conde, yo no tuve que hacerlo".

La afirmación de Conde de que Belloso arregló con Navalón el pago de Argentia ya ha recibido un mentís. "Nunca he tenido relaciones con el señor Navalón, aunque le conocía porque me lo presentó Conde en su despacho".

En su declaración ante el juez Moreiras explicó la historia del pago de los 600 millones. "El precio inicial previsto era de unos 1.200 millones que después se quedó en 600 millones entre otros motivos porque las exenciones concedidas no lo fueron sobre los 275.000 millones de pesetas solicitados sino sobre 135.000 millones", declaró Conde a Moreiras el 18 de octubre de 1994. En la versión de ayer habló otra vez de 1.200 millones, pero aparte de los 600 millones pactados para las exenciones había otros trabajos que no se cumplimentaron, como la colocación de acciones de la Corporación entre inversores privados internacionales.