300 personas se manifiestan en Vicálvaro a las tres de la madrugada por la rigidez en la hora de cierre de los bares

Alrededor de 300 personas que llenaban los bares de copas de Vicálvaro decidieron salir a la calle, sobre las tres de la madrugada, y, protestar por la rigidez que "sufren" los bares de copas de este barrio en el horario de cierre.En escasos minutos, la plaza del Ayuntamiento -actual sede de la junta de distrito- se convirtió en una auténtica batalla campal, al cargar los agentes de la Policía Nacional contra los manifestantes. La noche acabó, según aseguró ayer la Policía Municipal, con seis personas en comisaría y dos heridos, que fueron atendidos por el Samur.

Era el segundo fin de semana consecutivo que jóvenes, y también mayores, de Vicálvaro protestaban por la falta de flexibilidad en el horario de los bares nocturnos. "Nos obligan a marcharnos a otros barrios de Madrid, donde cierran más tarde", aseguraban ayer varios chavales del barrio.

Las 2.30 es el límite fijado por la Junta Municipal para que los 25 locales de marcha, situados en la avenida Real y la calle del Socorro, echen el cierre. Ni un minuto más, explicaban los propietarios de varios locales, que piden que se les deje media hora de cortesía para los clientes. "Si te demoras cinco minutos, recibes la visita de la policía y una multa de 50.000 pesetas", explicaba Trifón Jorge, propietario del bar Aguila Rock, que en varias ocasiones ha sido sancionado por ser permisivo y dejar que los clientes consuman sus copas. "Después de haber dado las licencias a los bares, ahora, la concejala [Carmen Torralba, del PP] quiere acabar con nosotros, que invertimos en el barrio, machacarnos con multas y dejar que los jóvenes se marchen al centro de la ciudad", se quejaba este hostelero.

Otro, el propietario del mesón El Zurito, Enrique Moro, también tenía algo que decir:, "La policía no nos deja trabajar. Lo que han hecho esta noche, pegar a gente que lo único que busca es divertirse en su barrio, sin coger el coche, es una brutalidad".