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Fred Astaire baila con una aspiradora

Una imagen del mítico bailarín se retoca digitalmente para un anuncio televisivo

La manipulación digital de imágenes de antaño ha roto una nueva frontera con la: realización de un anuncio televisivo de gran éxito en Estados Unidos en el que se ve a Fred Astaire bailando con una aspiradora. Los herederos de la difunta estrella de la danza y el cine están divididos en torno a esta explotación comercial, que ha recibido gran atención en los medios de comunicación de ese país. El anuncio, estrenado en enero, muestra unas imágenes en blanco y negro de Fred Astaire bailando con varios modelos de aspiradora de la marca Dirt Devil, entre' ellos un aparato sin cable parecido a una escoba que se llama Broom Vac. El electrodoméstico fue implantado con tecnología digital en escenas de las películas Easter parade (1948) y Royal wedding (1951), en las que originalmente Astaire practicaba su famosísimo arte con una fregona y con un perchero, respectivamente. El resultado es perfecto y, precisamente por ello, preocupante. La viuda de Fred Astaire, Robyn, fue quien permitió el retocado de las imágenes, e incluso apareció en los principales informativos de EE UU para promocionarlo. Sin embargo, su hija, Ava, ha escrito una carta de protesta a la compañía Dirt Devil en la que dice: "Mi padre era un artista consumado y no habría tolerado que nada interfiriera en la gracia y la línea de movimiento que tanto se esforzó en perfeccionar. Se cuidó mucho de que los anuncios en que participó no dañaran su imagen, y me entristece que ahora esto ocurra con algo sobre lo que no tiene control". El retoque de obras audiovisuales con fines distintos a los que esas obras tenían originalmente es un debate que crece a medida que se perfecciona la tecnología de efectos especiales por ordenador Entidades como la Artists Rights Foundation, quieren crear una defensa legal de la imagen de los actores y denuncian este tipo de retoque digital, que ya se ha experimentado con estrellas como Marilyn Monroe o Humphrey Bogart. Pero el caso del anuncio de Fred Astaire, el más flagrante hasta la fecha, ha puesto claramente sobre la mesa cuestiones como la propiedad de la imagen de un difunto o los límites en la manipulación que se puede llevar a cabo. En declaraciones a la revista Entertainment Weekly, el crítico de cine Gene Siskel dijo que "da pena que los herederos, de Astaire necesiten el dinero tan desesperadamente". Por su parte, la viuda del bailarín replicó que "no hay nada inherentemente malo con la publicidad. Fred hizo anuncios en vida, y debería seguir estando en la luz pública". Fred Astaire murió en 1987, a los 88 años de edad. Aunque las agencias de publicidad, han jugado, antes con clásicos, del cine y la televisión para vender productos ahora la tecnología abre puertas inimaginables hace pocos años. Sin ir más lejos, otra casa de electrodomésticos, Braun, ha puesto en las ondas hace poco un anuncio en el que los persona jes de la clásica se rie de televisión The Honeymooners manejan batidoras de esa marca. En este caso también se ha manipulado el sonido, simulan do una conversa ción sobre el producto. Y, hace aproximadamente un año, el fabricante de automóviles Chevrolet realizó un anuncio en el que uno de sus coches aparecía perfectamente integrado en la carrera de cuádrigas de Ben Hur. (la primera versión, de 1926). Otra interesante anécdota en torno a la publicidad televisada, más relacionada con la economía que con la tecnología, acaba de plantearse en EE UU. Hace pocos días, la casa de coches General Motors empezó a emitir un anuncio en el que aparece el actor Dennis Franz recriminando al conductor de un Mercedes por "conducir un coche de lujo sin suficientes caballos". Las cadenas CBS y NBC se negaron a emitir el anuncio porque recordaba demasiado al papel de Franz como Andy Sipowicz en la serie Policías de Nueva York, que emite la cadena rival ABC, y supondría una promoción indirecta.

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