Una victoria terapéutica

El Real Madrid logró ayer una victoria terapéutica que le hizo olvidar todos sus últimos males. Fabio Capello y sus jugadores reconocieron haber vivido una semana difícil tras la derrota en Vallecas y las disputas con los árbitros. La goleada al Oviedo marca un punto y aparte en su lucha hacia el título. "Esta victoria era muy importante, era necesaria psicológicamente. El equipo, con los ocho puntos de ventaja, había bajado la concentración. Hemos jugado con gran velocidad, ritmo y una calidad extraordinaria", proclamó satisfecho el entrenador del Madrid.Capello confesó que la recuperación moral de la plantilla comenzó hace unos días. "La derrota del Barcelona nos ayudó a olvidar lo sucedido en Vallecas. Ese resultado dejó las cosas igual, la tabla mantenía la misma distancia. Lo importante no es sólo que hemos ganado, sino que ha habido goles y que en uno de ellos participó todo el equipo". El entrenador se refería al segundo gol.

Davor Suker fue la estrella del Madrid. El croata marcó tres goles. Fue su tercer hat trick. Los anteriores fueron frente a la Real Sociedad (6-1) y el Valencia (4-2). "Lo importante no han sido mis goles, sino la victoria del equipo. Todos teníamos muchas cosas que olvidar. Cuando Pedja y yo nos abrazamos en uno de los goles dijimos: ahora tiene que marcar Raúl", dijo Suker. Y Raúl marcó el 5-0 tras una cesión de Mijatovic.

Suker mantiene su pulso con Ronaldo como máximos anotadores -21 el brasileño, 19 el croata-, aunque el título que le tiene obsesionado es otro: "Lo que me importa es la Liga. Necesito ganar títulos. El pichichi es otra cosa. ¡Claro que me interesa! Todo el mundo sabe que Davor puede marcar 20 o 25 goles -lleva 19.

"Mijatovic, autor del segundo tanto, está convencido de que el pasado está olvidado. "Lo del Rayo fue un mal día y ya está olvidado. Hemos salido con ganas y nos ha salido un partido redondo. Con esta victoria hemos ganado confianza".

El sexto gol del Madrid fue para Víctor, que marcó su primer tanto en el Bernabéu. precisamente el día de su cumpleaños. García Calvo, otro de los jóvenes de Capello, tuvo peor suerte: fue expulsado. Los madridistas protestaron la decisión de Hernanz Angulo, pero en tono menor. Han decidido bajar la guardia en su pelea con los colegiados.

Juan Manuel Lillo, el entrenador del Oviedo, encajó con buen humor su derrota en el Bernabéu. En siete minutos, el partido quedó sentenciado. "El Madrid marcó muy pronto, perdimos a Abel Xavier y luego en siete minutos nos marcaron tres goles. El partido se rompió".

Lillo fue fiel a su forma de ver el fútbol. Su equipo jugó el balón. "No creo que diéramos facilidades. En la primera parte tuvimos oportunidades, pero en la segunda todo cambió. El Madrid tiene un equipo que de medio campo hacia delante sabe inventar, y ante eso, cuando tiene acierto, no hay nada que hacer".La plantilla comenzó anoche unas pequeñas vacaciones. No volverán a entrenarse hasta el miércoles. Sólo Seedorf y Roberto Carlos seguirán trabajando con sus selecciones.