La subida del dólar y del crudo encarecen la factura petrolera española en 850 millones al día
El Banco de España lo ha advertido varias veces en sus últimos informes de coyuntura. La subida del dólar, unida a la del petróleo, amenaza con dificultar seriamente la reducción de la inflación. España paga hoy un 40% más que hace un año (850 millones de pesetas) por la compra diaria de cerca de un millón de barriles de crudo. La apreciación de la divisa estadounidense, un 10% en lo que va de año y un 15% desde finales de noviembre, está también presionando al alza los gastos financieros de las empresas españolas endeudadas en dólares. A cambio, han aumentado las exportaciones españolas que se dirigen a Estados Unidos y a las economías cuyas divisas están a ancladas en el dólar (Latinoamérica y sureste asiático).
El dólar, que ayer cerró a 1,6890 marcos y 143,17 pesetas, se sitúa en el nivel más alto de los últimos tres años. Nada indica, además, que esta tendencia al alza vaya a agotarse. La saneada situación de la economía estadounidense, que entra en su sexto año consecutivo de crecimiento sin inflación, contrasta con el incierto estado de la economía de alemana.En Alemania la inflación y el paro están aumentando y el débil crecimiento dificulta los esfuerzos de reducción del déficit. Todo ello aleja las posibilidades de éxito de la moneda única y presiona a la baja al marco, que en su caída arrastra a las monedas aspirantes a incorporarse al euro desde su constitución, como la peseta.
Además de que los fundamentos económicos son mejores en EE UU, los flujos de capital buscan la mayor rentabilidad que ofrece aún el dólar. Los tipos de interés en EE UU están en el 5%, mientras que en Alemania están en el 3%. Por estas razones, algunos analistas vaticinan que el dólar se situará en los próximos meses entre los 1,70 y 1,75 marcos (144 y 148 pesetas).
Efectos en la inflación
El efecto más notable de esta apreciación en la economía española, muy dependiente de las importaciones de petróleo, es el encarecimiento de la factura energética. La fortaleza del dólar ha amplificado el efecto de la subida del crudo. Los productos energéticos y las materias primas, que se negocian en dólares, suponen el 9% y el 4%, respectivamente, de las compras españolas al extranjero.Al Banco de España le preocupa que el aumento del precio de los combustibles ponga en peligro la reducción de la inflación este año, necesaria para pasar el examen de entrada en la unión monetaria.
Un barril de crudo brent del Mar del Norte, que se usa de referencia en los mercados, costaba 17,20 dólares por estas mismas fechas hace un año, cuando el dólar cotizaba a 122 pesetas.Ayer, ese mismo barril valía 20,60 dólares. El dólar, casi 143,20 pesetas. Es decir, casi un millón de barriles que importa a diario España que en una parte muy pequeña vuelve a expor tar reelaborado- cuesta ahora unos 1 20,6 millones de dólares (2.949 millones de pesetas). Hace un año, 17,2 millones de dólares (2.098 millones de pesetas).
Otro efecto, negativo también, es la mayor carga financiera que deben asumir las empresas endeudadas en dólares, como es el caso de las compañías eléctricas y algunas públicas. En el último informe mensual del banco Banif, del grupo BCH, se citaba el ejemplo de Telefónica. Un 25% del total de la deuda de la compañía de telecomunicaciones está en divisas. De ese 25%, la mitad en dólares. la conclusión es que "una devaluación de la peseta ente al dólar del 5% aumentaría el gasto financiero de la compañía en 8.000 millones de pesetas".
El impacto en los intercambios comerciales de España con los países del área dólar es negativo y positivo. Un informe reciente de la secretaría de Estado de Comercio, que analiza los efectos en la balanza comercial, señala que la reciente subida del dólar está incrementando las ventas españolas a los países con los que se comercia en dólares, como Estados Unidos, Latinoamérica y algunos países asiáticos, ya que en su mayoría son economías con alto potencial de crecimiento.
La práctica totalidad de las previsiones para 1997 señalan que el crecimiento del conjunto de los países latinoamericanos y del continente asiático se situará en el 4% y el 7%, respectivamente. Esta cifra es muy superior al 2% y 3% que se espera para las economías más industrializadas.
De hecho, las exportaciones al área dólar, que cayeron en 1995, aumentaron un 15,5% el año pasado. El incremento ayudó a amortiguar la caída de la demanda de los principales socios comerciales de España, como Francia y Alemania. De enero a noviembre de 1996, EE UU recibió el 4,6% de las exportaciones españolas; Latinoamérica, el 6,5%, y Asia, exluido Japón, el 6,2%. En estas tres regiones España compra el 6,4%, el' 5% y el 9% de sus importaciones, respectivamente.
La entrada de los productos procedentes de estos países, que se encarecen, apenas se modifica por la apreciación de la moneda estadounidense, por lo que es previsible que se incrementen los pagos por importaciones. Esto se debe a. que muchas de esas importaciones, como los bienes de equipo (que suponen un 40% de los productos procedentes de EE UU), son difícilmente sustituibles por la producción doméstica o la de otros países.
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